Honorable Senadora
Faride Raful, vicepresidenta del Senado.
Honorables Senadores
Melania Salvador y Milciades Franjul, secretarios del Bufete directivo.
Honorables Senadoras y Senadores.
En primer lugar, quiero dar gracias: Gracias a DIOS, por permitirme estar aquí hoy.
Oportuna es la ocasión, para pedir al Dios Todopoderoso, que nos acompañe, y guíe en estas nuevas responsabilidades, y que ilumine a cada Senadora y a cada Senador.
Gracias a la Dirección Ejecutiva del Partido Revolucionario Moderno.
Gracias a las senadoras y senadores de las diferentes bancadas.
Agradezco la confianza depositada en mí por nuestro partido y las demás fuerzas políticas presentes en este Senado. Es un alto honor, el que se me confiere.
A mi esposa, a mis hijos, y a toda mi familia, por su apoyo incondicional.
Al Equipo de Trabajo que siempre me ha acompañado.
A todo el personal del Senado de la República.
A mis amigos y colaboradores que siempre me han respaldado.
Muy especialmente, muchas gracias a todos los Sánchezramirenses, que son la base fundamental para que hoy estemos en este lugar.
Agradecer al Senador Eduardo Estrella, por el gran trabajo realizado frente al Senado de la República en estos tres años; y más aún, por el apoyo brindado en este corto tiempo de transición. Gracias, Don Eduardo.
Sean mis primeras palabras en esta toma de posesión como presidente del Senado, para ENALTECER a nuestros héroes de la Restauración de la República; del grito de Capotillo, que dio el inevitable paso a nuestra Segunda República, y que reafirmó nuestra soberanía.
Hoy, conmemoramos los 160 años de nuestra guerra restauradora. Guerra que inició el 16 de agosto de 1863, y se extendió al 1865, hasta lograr nuestro gran propósito patrio.
En esta Augusta Sala, y guardando la compostura que requiere este solemne lugar; en esta fecha histórica, quiero tributar al general Gregorio Luperón, figura insigne de esta gesta restauradora: nuestro RESPETO Y AGRADECIMIENTO ETERNO; a él, y a todos los héroes; que, con ideas preclaras, determinación, valentía y espíritu patriótico, restauraron nuestra República.
El juramento que hicimos hoy, es mucho más que el cambio de una dirección a otra. Estamos asumiendo el compromiso de continuar fortaleciendo la institucionalidad en el Senado de la República.
Este poder del Estado garantiza la institucionalidad. Es nuestro deber; es nuestro compromiso, y será honrado.
El sagrado juramento que hemos hecho hoy, ha sido realizado, muy consciente del significado de cada palabra, de la responsabilidad asumida, y con la convicción, de que, junto a ustedes, honorables Senadoras y Senadores, vamos a trabajar por los mejores intereses de la patria, por el desarrollo del país; por el bienestar de la familia dominicana; cumpliendo fielmente nuestro rol de Legislar, Fiscalizar y Representar.
El nuestro, es un compromiso con la Ética, la integridad y la transparencia.
Es un compromiso con la armonía, la pluralidad, el respeto, la libertad. Es un compromiso con la democracia. Somos el contrapeso, con una visión clara, y con el SAGRADO deber de respetar nuestra constitución. Esto le da sentido a la democracia.
Es la mejor manera de hacer política; de reimpulsar nuestra labor y consolidar las realizaciones de todos los que nos han precedido. Estamos conscientes de que el presidente del Senado es un miembro más, en igualdad; y como tal, nos conduciremos, facilitando que cada cual, desempeñe su labor.
Cumplir nuestro deber, es la mejor forma de honrar a nuestros héroes de la restauración; y de ser el mejor ejemplo para nuestros jóvenes. Avancemos por el camino de la modernidad, del desarrollo; de la innovación; a transformar más, para avanzar más.
Que este sea un año legislativo productivo. En este cierre de nuestro cuatrienio, vamos a superarnos, para mejorar nuestro desempeño. Les AUGURAMOS la mejor labor, para beneficio de cada provincia, por el bien del país.
Como decía nuestro patricio: “TRABAJEMOS por y para la Patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos».
Nuestro mayor compromiso: Dios, Patria y Libertad.
Loor a los héroes de la restauración de la República.
Dios bendiga nuestro Senado.
Viva la República.
Viva la República Dominicana.
Muchas gracias.