El presidente de la República, Luis Abinader, solicitó un levantamiento de los daños causados por la tormenta Franklin a los titulares de instituciones relacionadas, con el fin de diseñar un plan de respuesta.
El ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, informó, al término de una reunión con la comisión encargada de dirigir el trabajo, que cada una de las instituciones deberá presentar sus planes operativos y las metas para atender cada una de las necesidades que quedaron manifiestas.
Dijo que el Gobierno hará, «dentro de la mecánica de la función pública y en el esfuerzo de los próximos días, todo el movimiento adecuado para que la mayor parte de los dominicanos afectados puedan sentir la mano amiga del gobierno dominicano».
«En las próximas horas estaremos, no solamente participando interviniendo de forma directa en la suerte de esos dominicanos, sino anunciando algunas acciones puntuales», indicó.
Afirmó que «no quedará un dominicano que, de una forma u otra, directa o indirectamente haya estado impresionado por este fenómeno que el gobierno dominicano no vaya en su atención».
Paliza explicó que estos estos fenómenos generan presión económica sobre el Gobierno que no estaba previsto y siempre las instituciones, por menores que sean, incurren en gastos extraordinarios no presupuestados.
Pero advirtió que «el gobierno tiene que hacer uso de esas herramientas, que el propio presupuesto, así como las leyes prevén, para que cuando ocurren eventos esta naturaleza podamos poder suplir esas necesidades».
Afirmó que primero deben conocer cuáles son las necesidades reales, sobre todo en materia de Obras Públicas, acueductos o de las Edes, que son los daños más voluminosos en cantidad de recursos.
Por lo pronto, están haciendo una intervención inmediata, fundamentalmente en el gran Santo Domingo, con la entrega de raciones cocidas y crudas.
Se ha instruido para que las empresas distribuidoras de Electricidad, el Instituto Nacional de Agua y Alcantarillado y las corporaciones de agua en todo el territorio puedan poner en funcionamiento los circuitos y acueductos que han quedado afectados.
Paliza prometió ayudar a unas 800 personas en albergues «para que puedan volver a su relativa normalidad y a su vida común».
Garantizó el inicio del año escolar sin contratiempos, en vista de que las escuelas no fueron utilizadas para albergues.