Santo Domingo.- República Dominicana aumentó este jueves su presencia militar en la zona norte de la frontera con Haití, a la que también envió máquinas pesadas, mientras mantiene su oposición al reinicio de la construcción de un canal del lado haitiano para el trasvase de las aguas del río Masacre que divide a los dos países.
El Gobierno dominicano también mantuvo el cierre de la frontera por el paso fronterizo de la provincia de Dajabón (norte), el de mayor actividad comercial entre ambas naciones.
Tropas, equipos blindados y máquinas hidráulicas fueron trasladados a las cercanías de la línea fronteriza, en tanto que autoridades de los dos países no alcanzaron este jueves acuerdo alguno sobre la construcción del canal.
Las autoridades dominicanas aseguran que la construcción del canal es obra de manos privadas con el supuesto interés de vender el agua trasvasada a productores agropecuarios haitianos.
Algunos medios en República Dominicana dan cuenta de que, tras el cierre de la frontera, la construcción del canal ha sido detenida.
El viernes pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano emitió un comunicado en el que aseguró que el Gobierno solicitó a las autoridades haitianas «detener de inmediato» el reinicio de la construcción de un canal cuyo propósito es desviar agua desde el río Masacre.
El comunicado indica que la solicitud se fundamenta en la «preocupación legítima sobre los potenciales efectos negativos» que esta obra podría causar a los productores agrícolas de ambos países.
«El primer ministro de Haití, Ariel Henry, expresó su preocupación acerca de la construcción. Además, indicó que una delegación del Ministerio de Interior (haitiano) fue enviada a la zona con el fin de buscar una solución definitiva a esta situación. Henry fue enfático en afirmar que el proyecto no es gubernamental», destacó la comunicación oficial dominicana.
De acuerdo a República Dominicana, ese proyecto viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936, firmados por ambos países. Además, de que los límites entre los dos países son «definitivos, inamovibles e innegociables».