En la capital de Egipto, el Cairo, comenzó este sábado la cumbre sobre el conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás con la participación de más de 30 países.
En el marco de la reunión, se abordarán las formas de desescalar las hostilidades y lograr un cese al fuego en el contexto de las crecientes preocupaciones sobre un posible conflicto regional.
En la reunión participan, entre otros, los líderes de Catar, Emiratos Árabes Unidos, Palestina, Jordania, Italia, España, Grecia y Canadá, cancilleres de Alemania, Francia, el Reino Unido y Japón, así como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Además, según el Ministerio de Exteriores ruso, en el encuentro toma parte el vicecanciller Mijaíl Bogdánov.
Entre tanto, el rey de Jordania, Abdalá II, calificó de “cruel a todos los niveles” los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza.
“Es un castigo colectivo a personas sitiadas e indefensas. Es una violación flagrante del derecho internacional y humanitario, es un crimen de guerra”, destacó.
Añadió que Israel debe rendir cuentas por sus ataques contra Gaza y “darse cuenta de que no hay una solución militar a sus preocupaciones de seguridad”.
Además, afirmó que considera una “línea roja” el desplazamiento forzado de palestinos de la Franja de Gaza.
Por su parte, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, acusó a Occidente de doble rasero. “¿Dónde están los valores de la civilización humanista que hemos construido durante los años y siglos? ¿Dónde está la igualdad entre las personas inocentes sin doble moral?”, preguntó el mandatario.
“Egipto condena clara y abiertamente el señalamiento y asesinato de la población civil pacífica”, manifestó, tachando de estar “sorprendido” por el hecho de que algunos países se desmarquen de una catástrofe humanitaria como la de Gaza.
Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a “acabar con esta pesadilla que amenaza a los niños”. Además, expresó su gratitud a Egipto por su “papel central” en luchar contra la crisis humanitaria en Gaza. “Pero el pueblo de Gaza necesita un compromiso para mucho más: una entrega continua de ayuda a Gaza en la medida requerida, y estamos trabajando sin parar con todas las partes relevantes”, aseveró Guterres. Añadió que el “ataque reprensible” de Hamás “nunca puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.
El presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que el pueblo palestino no aceptará el desplazamiento de Gaza, a pesar de los bombardeos israelíes. “También nos oponemos a la expulsión de los palestinos de sus hogares en Cisjordania y Jerusalén”, agregó.
Además, acusó al Ejército israelí de “violar el derecho humanitario” a través de marcar como objetivos a la población civil e infraestructura como hospitales, escuelas y refugios. “Reiteramos nuestro rechazo al asesinato de la población civil en ambos lados e instamos a liberar a los ciudadanos mantenidos cautivos”, recalcó Abbás. “Estamos en contra de la violencia y a favor de adoptar todas las vías pacíficas y legales para lograr nuestros objetivos nacionales”, añadió.
Mientras tanto, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, calificó de “violaciones del derecho internacional” el bloqueo de Gaza, los ataques contra la población civil y la decisión de desplazar a la población local junto con el uso indiscriminado de la fuerza. Alentó también a cesar el fuego, liberar a los rehenes, levantar el bloqueo de Gaza y abrir corredores humanitarios.
A su vez, el canciller turco, Hakan Fidan, calificó de “matanza” la situación en Palestina. Señaló también que Israel tomó como rehenes a unos 2 millones de ciudadanos palestinos bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Deshumanizando a las vidas de los palestinos, Israel busca hacer comunes sus sufrimientos, agregó.
Como una manera de resolver la situación, Fidan sugirió volver al proceso de la paz sobre la base de la solución de dos Estados, con Palestina en las fronteras de 1967. Entre tanto, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, también abogaron por la solución de dos Estados. “Ninguna intervención militar puede reemplazar una solución política viable”, afirmó Mitsotakis.