Naciones Unidas.- Irán dijo este jueves que está dispuesto a jugar un papel en la liberación de rehenes israelíes en manos de Hamás, a cambio de la excarcelación de 6.000 palestinos en cárceles israelíes.
La propuesta la hizo el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, ante una sesión de la Asamblea General de la ONU pedida por el grupo de países árabes con el fin de parar la guerra en Gaza y que ha suscitado una atención inusitada.
Más de cien países han pedido la palabra en esta sesión especial para tratar de buscar una resolución, que en ningún caso será vinculante, sobre la guerra en Gaza, ante la repetida incapacidad del Consejo de Seguridad, que ha fracasado ya en cuatro intentos.
El número de países que han pedido la palabra, y que lo han hecho en los días previos en el Consejo de Seguridad, dan idea del interés que la cuestión despierta en el edificio de Naciones Unidas, y ello pese a que la organización internacional se ve incapaz de emitir una señal clara y consensuada sobre el conflicto.
Jordania, en representación del grupo de naciones árabes -que también muestran una unidad poco común- ha presentado ante la Asamblea una resolución que, al contrario que las del Consejo, no tiene carácter vinculante, sino simbólico, pero servirá para mostrar cuántos países se alinean con Israel (y su aliado EE.UU.) y cuántos exigen un alto el fuego inmediato.
La resolución, además de pedir el cese incondicional de hostilidades, condena las medidas israelíes que han llevado a traslados masivos de población en Gaza y los ataques a personas e infraestructuras civiles.
Bloqueo de resoluciones sobre Gaza en el Consejo de Seguridad de la ONU
En los pasados diez días, se han sucedido cuatro intentos de resolución en el Consejo que han tropezado con la oposición de Estados Unidos o de Rusia -en esta crisis alineada con China y los países árabes- por una cuestión que va más allá de la semántica: pedir un alto el fuego o solo “pausas humanitarias” para encaminar ayuda a la población de Gaza, como sugiere EE.UU.
El Gobierno de Washington ha mostrado sus argumentos contra el alto el fuego: dice que podría servir al grupo islamista palestino Hamás para rearmarse y argumenta, con Israel, que no puede pedirse un cese de hostilidades mientras haya 220 rehenes (una treintena de ellos estadounidenses) en manos de Hamás.
Y mientras que el conflicto salta de la sala del Consejo a la de la Asamblea, el propio secretario general, António Guterres, se encuentra en medio de una intensa campaña en su contra por parte de Israel, que lo acusa de parcialidad en favor de Hamás, al tiempo que acusa a todas las estructuras de la ONU en general a ponerse sistemáticamente contra Israel.
FUENTE: EFE