El Senado de Estados Unidos dio luz verde a una ley provisional para evitar el cierre del Gobierno por falta de fondos, que debería entrar en vigor antes de que expire el plazo actual a finales de esta semana.
La Cámara Alta estadounidense aprobó por 68 votos a favor y 13 en contra esta medida, que busca extender la financiación del gobierno hasta el 1 y el 8 de marzo, mientras se negocia un acuerdo definitivo de presupuesto.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, expresó en un comunicado su confianza en que se pueda cerrar el pacto a largo plazo “a más tardar el jueves” y subrayó la importancia de la “cooperación bipartidista en ambas cámaras” para lograrlo.
Schumer ya acordó con el presidente de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, los niveles generales de gasto en los distintos proyectos de asignación anual. Johnson, por su parte, defendió en un texto oficial la necesidad de esta ley provisional para culminar lo que los republicanos de la Cámara de Representantes persiguen: “el fin del gobierno ómnibus, victorias políticas significativas y una mejor administración del dinero de los contribuyentes”.
El fin de semana pasado, los legisladores estadounidenses anunciaron que habían llegado a un acuerdo sobre los totales de financiación para el año fiscal 2024, estableciendo un límite máximo de gasto federal de aproximadamente 1,6 billones de dólares.
El proyecto incluye un aumento del gasto del Pentágono a unos 886.000 millones de dólares y unos 773.000 millones para financiación discrecional no relacionada con la defensa.
De salir adelante esta propuesta de prórroga presupuestaria, sería el tercer acuerdo de gasto a corto plazo que el Congreso aprueba desde septiembre. El primero provocó la caída del entonces presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, por la presión de un sector de su propio partido.
Algunos republicanos siguen insatisfechos de que su mayoría en la Cámara de Representantes no se traduzca en recortes presupuestarios más profundos. Los demócratas, en cambio, han optado por mantener el Gobierno en marcha antes que aprovechar la división interna republicana, pero han criticado que la prórroga retrase aún más la aprobación de nueva ayuda militar a Ucrania y a Israel.
“La única táctica que la derecha dura tenía en su libro de jugadas es intimidar a todos los demás hasta la sumisión, al igual que hace Donald Trump (…) No pueden ganarse a la gente con argumentos. Así que la intimidación parece ser su camino a seguir”, denunció Schumer este martes.
En caso de cierre del Gobierno, cerca de dos millones de personas dejarían de percibir su salario -la mayoría lo recuperaría de forma retroactiva- y muchos de ellos dejarían de trabajar, mientras que otros, como los militares o trabajadores de aeropuertos, tendrían que seguir cumpliendo con su deber. La falta de fondos tendría todo tipo de efectos negativos para la Administración, desde el cierre de museos y parques nacionales hasta la suspensión de inspecciones sanitarias de alimentos o la interrupción de programas de investigación científica.
El último cierre del Gobierno se produjo durante el mandato del republicano Donald Trump (2017-2021) y fue, con 35 días (del 22 de diciembre de 2018 al 29 de enero de 2019), el más largo de la historia.