El cáncer de pulmón es el más mortal del mundo y uno de los más comunes, por lo que su detección temprana es crucial para maximizar la eficacia del tratamiento.
Los primeros síntomas a veces pueden pasar desapercibidos, razón por la que resulta tan prometedora una nueva técnica desarrollada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT): con solo una prueba de orina se podría detectar el cáncer de pulmón en sus primeras etapas.
Este equipo de investigadores ha desarrollado nanosensores que se dirigen a las proteínas del cáncer de pulmón y pueden administrarse mediante inhalador o nebulizador, según el estudio que acaban de publicar en la revista Science Advances. Si los sensores detectan estas proteínas, producen una señal en la orina que puede detectarse con una tira reactiva de papel.
Estos sensores son nanopartículas de polímero recubiertas con códigos de barras de ADN, secuencias cortas de ADN que son únicas y fáciles de identificar en la orina.
Por ello, los expertos diseñaron las partículas para que fueran dirigidas por enzimas proteasas relacionadas con el adenocarcinoma de pulmón en etapa I. Al entrar en contacto, las proteasas desprenden los códigos de barras, que llegan al torrente sanguíneo y se excretan por la orina.
Para el experimento, los científicos utilizaron ratones genéticamente modificados para desarrollar tumores de pulmón similares a los humanos.
Administraron a los roedores 20 sensores con el equivalente de cáncer en etapa I o II y, utilizando un algoritmo de aprendizaje automático, identificaron los cuatro sensores más precisos. Con una especificidad del 100%, esos cuatro sensores exhibieron una sensibilidad del 84,6%.
Los síntomas del cáncer de pulmón suelen ser inespecíficos y pueden tardar en aparecer hasta que la enfermedad ha avanzado. Estos pueden incluir tos persistente, cambios en la tos preexistente, tos con sangre, dificultad para respirar, dolor en el pecho, ronquera, pérdida de peso y apetito, fatiga y repetidas infecciones respiratorias como bronquitis o neumonía.
Los factores de riesgo para el cáncer de pulmón incluyen principalmente el tabaquismo, que es el principal responsable y se estima que causa alrededor del 85% de los casos.
Otros riesgos incluyen la exposición al humo de segunda mano, la contaminación del aire, la exposición al radón y a sustancias cancerígenas como el asbesto o arsénico, antecedentes familiares de cáncer de pulmón y ciertas enfermedades pulmonares preexistentes.
El cáncer de pulmón es el tumor con mayor tasa de mortalidad, siendo la cuarta causa de deceso a nivel general en España y la primera por cáncer, datos que inquietan al Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).
En torno a 30.000 personas en nuestro país lo sufren y, de todos los que padecen esta enfermedad, el 66% de ellos presenta enfermedad localmente avanzada o metastásica en el momento del diagnóstico.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), esta enfermedad tiene una alta incidencia y una baja supervivencia relativa, en comparación con otros cánceres.
Según los datos que aporta la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2021 más de 22.000 personas murieron por cáncer de pulmón en nuestro país.