Martine Moïse, viuda del asesinado presidente haitiano Jovenel Moïse, denunció una persecución política e intimidación en su contra, en su primera reacción tras ser imputada con relación al magnicidio.
La ex primera dama de Haití utilizó nuevamente la red social X para reclamar justicia para Moïse, torturado y asesinado la madrugada del 7 de julio de 2021 en su residencia privada del sector capitalino de Pétion-ville por un grupo de mercenarios, en su mayoría colombianos, quienes también hirieron a Martine.
En su mensaje, la mujer dijo que cuando se reclama justicia por este caso «el corazón de todos los asesinos salta, especialmente de los que están en el poder».
A continuación escribió: «Nos están matando, nos están arrestando detrás de la ley, pero no dejaremos de denunciar la persecución política y la intimidación que nos están haciendo sufrir. Justicia, justicia, justicia», concluyó.
El juez Walter Wesser Voltaire emitió una orden de detención contra Martine Moïse en octubre de 2023 con relación al asesinato del jefe de Estado, aunque la decisión solo se conoció hasta finales de enero pasado, coincidiendo con el fin de la gestión del magistrado, cuya sentencia podría hacerse pública entre finales de febrero y marzo, de acuerdo con las informaciones divulgadas.
La mujer, quien siempre ha abogado por la creación de un tribunal internacional que investigue la muerte de su marido, está acusada de robo a mano armada, intento de asesinato y conspiración para atentar contra Jovenel Moïse, de acuerdo con las publicaciones.
El exinformante de la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. Joseph Vincent, el exsenador haitiano Joseph Joel John, el haitiano-chileno Rodolphe Jaar y el exmilitar colombiano Alejandro Rivera García han sido sentenciados a cadena perpetua en un tribunal de Miami por su participación en el magnicidio, un caso por el que hay varios detenidos en Haití, muchos de ellos colombianos.
De acuerdo con documentos de la corte de Miami, entre febrero y julio de 2021 el sur de Florida «sirvió como lugar central para planificar y financiar el complot para derrocar al presidente Moïse y reemplazarlo con alguien que sirviera a los objetivos políticos e intereses financieros de los conspiradores».
Desde el asesinato de Moïse, el país está controlado por grupos criminales que han provocado, según organizaciones sociales, una crisis humanitaria y miles de desplazamientos forzados.