El primer trimestre de 2024 fue el más violento en Haití desde al menos principios de 2022, con unas 1.660 personas asesinadas sobre todo por pandilleros, un 50% más que en el último trimestre de 2023, según informó este viernes Naciones Unidas.
“Entre enero y marzo de 2024, al menos 2.505 personas murieron o resultaron heridas como consecuencia de la violencia relacionada con las pandillas”, indica el informe trimestral de la misión de la ONU en Haití (Binuh).
“Esto representa un aumento de más del 53% en comparación con el período anterior (octubre-diciembre de 2023), lo que convierte los primeros tres meses de 2024 al período más violento desde que Binuh estableció su mecanismo de vigilancia de los derechos humanos a principios de 2022″.
En el primer trimestre, 1.660 personas (1.347 hombres, 273 mujeres y 40 niños) murieron y 845 resultaron heridas (624 hombres, 179 mujeres y 42 niños), dijo a la AFP un portavoz de la misión
En el último trimestre de 2023, se registraron 1.104 asesinatos y los heridos 532.
Según el informe, 141 personas fueron asesinadas en el primer trimestre por grupos de “autodefensa” que comenzaron a atacar a presuntos pandilleros desde la primavera de 2023.
Los secuestros para pedir rescate, por otro lado, disminuyeron 37% en todo el país, con al menos 438 personas secuestradas, la mayoría de ellas en el departamento de Artibonite, donde las pandillas atacan a los viajeros en el transporte público, señala el informe.
Desde finales de febrero, distintas y poderosas pandillas se han unido para atacar comisarías de policía, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo, en un esfuerzo por derrocar al primer ministro Ariel Henry.
Este último dimitió el 11 de marzo y la semana pasada se creó un Consejo Presidencial de Transición, sin poner fin a la crisis.
Desde finales de febrero, “más de 4.600 detenidos se han fugado de las dos prisiones principales de la capital, al menos 22 comisarías, subcomisarías y otros edificios policiales han sido saqueados o quemados y 19 agentes de policía han muerto o han resultado heridos”, indica la ONU.
Las bandas también siguieron utilizando la violencia sexual contra los residentes de barrios “rivales”, subraya el informe, denunciando en particular las violaciones en grupo sufridas por niñas.
“Las actividades de las pandillas han limitado gravemente el acceso a servicios esenciales, incluidos la atención sanitaria y la educación, y han exacerbado la inseguridad alimentaria”, lamentó María Isabel Salvador, jefa de la misión de la ONU, en un comunicado en el que pide acelerar el despliegue de la misión de seguridad internacional que encabezará Kenia.