Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que aún no ha conversado con el mandatario argentino, Javier Milei, pues considera que este aún le debe “disculpas” por las “tonterías” que dijo sobre él.
Aludió así a declaraciones de Milei en su campaña electoral, el año pasado, en la que lo tildó de “corrupto” y le trató en forma despectiva de “comunista”, entre otras calificaciones que Lula recibió con un claro malestar.
“No conversé con el presidente de Argentina porque creo que debe pedirle disculpas a Brasil y a mí”, declaró Lula en una entrevista con el portal UOL, en la cual aclaró que eso tampoco obstaculizará las relaciones institucionales con el país vecino.
“Quiero mucho a Argentina” y “no es un presidente el que va a crear cizañas” en la relación bilateral, afirmó Lula, para apuntar que “los pueblos son mayores que los gobernantes”.
La fría relación de Lula y Milei
Lula también dijo que su Gobierno trata “con mucha diplomacia” el caso de decenas de activistas de ultraderecha que participaron en la asonada golpista del 8 de enero de 2003 en Brasil y huyeron hacia Argentina en los últimos meses, después de que Milei asumió la Presidencia en ese país.
Explicó que existen informaciones de que sobre algunos de los fugados existen ya sentencias firmes y que el Gobierno brasileño analiza si pedirá formalmente la extradición o exigirá que, “en caso de que no quieran venir, que vayan presos en Argentina”.
El canciller de Brasil minimiza las diferencias ideológicas entre Lula y Milei
Lula, una de las referencias de la izquierda latinoamericana, no ha tenido hasta ahora ningún contacto con Milei, quien mantiene una estrecha relación con la oposición brasileña de ultraderecha, que lidera el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022).
Milei y Lula coincidieron por primera vez la semana pasada, en la cumbre del G7 celebrada en Italia, pero se evitaron mutuamente, no intercambiaron palabra alguna ni se les vio juntos en fotografías.
Ambos volverán a encontrarse el próximo 8 de julio en Asunción, en el marco de la cumbre semestral del Mercosur, a la cual Lula ya confirmó su asistencia.