La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, ha dimitido y abandonado el país este lunes, en medio de los violentos disturbios que se han cobrado la vida de centenares de personas en los últimos días.
Los 15 años de gobierno de la primera ministra bangladeshí, Sheikh Hasina, llegaron a su fin este lunes, mientras huía de semanas de protestas mortales y el ejército anunciaba que formaría un gobierno interino.
Hasina había intentado desde principios de julio sofocar las protestas en todo el país contra su gobierno, pero huyó tras una brutal jornada de disturbios el domingo en la que murieron casi 100 personas.
Cientos de manifestantes enfervorizados asaltaron esta jornada la residencia de Hasina tras su marcha, tras más de un mes de mortíferas protestas antigubernamentales.
Una fuente cercana a Hasina, de 76 años, había declarado anteriormente a la AFP que había abandonado su palacio para dirigirse a un «lugar más seguro», huyendo de la capital, Daca, en helicóptero.
Antes de que los manifestantes irrumpieran en el recinto, el hijo de Hasina instó a las fuerzas de seguridad del país a bloquear cualquier toma de posesión.
«Su deber es mantener a salvo a nuestra gente y a nuestro país, y defender la Constitución», dijo Sajeeb Wazed Joy, residente en Estados Unidos, en un mensaje publicado en redes. «Significa que no deben permitir que ningún gobierno no elegido llegue al poder ni un minuto, es vuestro deber», agregó.
Las Fuerzas Armadas habían apoyado al gobierno de Hasina durante los disturbios, que comenzaron en contra de las cuotas de empleo en la función pública y luego se intensificaron con llamamientos más amplios para que dimitiera.
El máximo comandante del Ejército bangladesí, el general Waker-Uz-Zaman, anunció que se formará un gobierno interino para dirigir el país. «Asumo toda la responsabilidad», indicó.
«El país ha sufrido mucho, la economía se ha resentido, muchas personas han muerto, es hora de poner fin a la violencia», aseguró.