El Gobierno de Trump indicó que levantaría inmediatamente su suspensión de la ayuda militar a Ucrania y reanudaría su intercambio de inteligencia con Kiev, una semana después de imponer las medidas para presionar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a entablar conversaciones para avanzar en un proceso de paz con Rusia en términos aceptables para Washington. Ucrania señaló por su parte que estaba abierta a un alto el fuego de 30 días en la guerra con Rusia, sujeto al acuerdo del Kremlin.
Los anuncios se produjeron después de que altos representantes de Ucrania y Estados Unidos iniciaran conversaciones este martes en Arabia Saudí para avanzar hacia el fin de la guerra de tres años de Moscú contra Kiev, y horas después de que Rusia derribara más de 300 drones ucranianos, en el mayor ataque de Ucrania desde que el Kremlin ordenó la invasión a gran escala de su vecino.
Después de ocho horas de reunión, las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos acordaron la propuesta para la tregua de 30 días prorrogables por acuerdo de las partes a cambio de recuperar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia estadounidenses a Ucrania. El acuerdo está sujeto a la aceptación e implementación por parte de Rusia.
Marco Rubio, líder de la delegación estadounidense, ha celebrado la reunión, calificándola de «productiva» y señalando que espera hablar con su contraparte rusa «en los próximos días». «Ahora, la pelota está en el tejado de Rusia. Esperamos que estudie y acepte la propuesta», ha resumido en una alocución ante los medios. Se espera que el enviado especial del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, viaje a finales de esta semana a Moscú, donde podría reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, según una fuente familiarizada con el asunto citada por la agencia AP, que advirtió que la agenda puede sufrir cambios.
Este acuerdo permite que el Gobierno de Estados Unidos termine con el veto a la ayuda militar y de Inteligencia a Ucrania. El pacto es crucial para Kiev, ya que permite restablecer cierta sintonía entre el Gobierno de Trump y el de Zelenski, después de su encontronazo en la Casa Blanca a finales del pasado mes de febrero, y apremia al Kremlin para que defina su postura política con vistas a la firma de un pacto que detenga las hostilidades.
La pelota está en el tejado de la parte rusa, dice la UE
La Unión Europea ha considerado esta propuesta como un «avance positivo» y ha señalado que la pelota está ahora en la «cancha» de Rusia. «Se trata de un avance positivo que puede suponer un paso hacia una paz amplia, justa y duradera para Ucrania.
La pelota está ahora en la cancha de Rusia», han destacado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antònio Costa, en sendos mensajes en sus redes sociales.
Los dos dirigentes comunitarios han insistido una vez más en que la UE está dispuesta a desempeñar «plenamente su papel, junto con sus socios, en las próximas negociaciones de paz».
Un alto el fuego prorrogable si las partes en conflicto están de acuerdo
La tregua propuesta tras la reunión mantenida en Yeda queda supeditada a la aprobación de las autoridades rusas y es prorrogable en caso de que se produzca un acuerdo mutuo posterior. La delegación estadounidense, que se encarga de transmitir la iniciativa al Kremlin, espera que sea aceptada por Moscú lo antes posible y confirme el deseo de Donald Trump de que la guerra termine pronto.
Así, la presión aumenta para Rusia, ya que como ha comentado Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, «la pelota está ahora en el tejado ruso». Una negativa del Gobierno de Rusia a aceptar el alto el fuego supondría un paso atrás en el camino hacia la paz. En relación con esta situación, Rubio señala que, si los rusos dicen que no a la propuesta, «desgraciadamente sabremos cuál es el impedimento para la paz en este asunto».
El encuentro mantenido este martes en Yeda, Arabia Saudí, se produjo apenas unas horas después de Ucrania lanzase el mayor ataque con drones contra Rusia desde el inicio de la guerra hace tres años. Una ofensiva que algunos consideran como una muestra de fuerza con la que demostrar que los ucranianos todavía son capaces de enfrentarse a las tropas rusas y causar graves daños a sus civiles y soldados.
Las autoridades rusas han condenado el ataque y apuntan hacia una falta clara de voluntad, por parte de Ucrania, de resolver el conflicto y buscar la paz a través de la diplomacia. Vladímir Putin parece dispuesto a mantener conversaciones y negociar, aunque no se conocen detalles sobre las posibles condiciones contempladas por el Kremlin para alcanzar el acuerdo que ponga fin a la guerra.