Roma.-En Italia desaparecieron en el primer semestre de 2024 un total de 11 mil 694 personas, con un promedio de 64 diarias, y los menores representaron el 69,6 por ciento, al sumar ocho mil 143, señala hoy un reporte.
Se trata de un “fenómeno de proporciones alarmantes”, que debe abordarse “con una perspectiva local y global”, apunta un análisis divulgado en el sitio digital del canal televisivo Tgcom24, presentado este lunes por la organización humanitaria Teléfono Azurro en la conferencia “Niños Invisibles”, con sede en la Cámara de Diputados.
El balance de los últimos datos computados, correspondientes a los primeros seis meses del pasado año, muestra que en el 12,9 por ciento de los casos los niños desaparecidos tienen entre 0 y 10 años de edad, mientras suman 16,7 puntos porcentuales los de 11 a 14, y el mayor porcentaje, de 70,4 puntos, corresponde al grupo de 15 a 18 años.
En cuento a las motivaciones, la investigación identificó a las huidas del hogar como la principal, con un 36,5 por ciento, mientras que el escape de instituciones totalizó 12,5 puntos porcentuales, con igual porcentaje para las desapariciones no especificadas, y las salidas furtivas de centros migratorios de acogida llegaron a 7,3 puntos.
También se contemplaron casos de secuestros, con 3,1 puntos porcentuales del total en el caso de los internacionales, mientras que los realizados dentro del país registraron un porcentaje de 2,1 puntos.
Ernesto Caffo, presidente nacional de Telefono Azzurro, señaló al dar a conocer el estudio que en Italia “hay cada vez más casos de desapariciones y fugas del hogar debido a situaciones familiares complejas, o condicionamientos sociales que actúan de forma cada vez más negativa”.
“También debido a la presión que ejercen las herramientas y canales digitales invasivos, influyendo drásticamente en la cada vez más frágil personalidad psicológica de niños, niñas y adolescentes”, añadió.
El experto indicó que los menores desaparecidos con frecuencia son sometidos a explotación sexual, trabajo ilegal, víctimas de la trata de personas, lo que consideró “un agujero negro del que es difícil salir”, e incluso cuando son encontrados, llevan consigo las señales del trauma que sufrieron.
“Es necesario romper el silencio general que sigue rodeando el fenómeno de las desapariciones, aunque esto pueda significar tocar grandes intereses, pues existe un verdadero mercado de menores que el mundo debe tener la fuerza y el coraje de detener”, agregó Caffo. (Prensa Latina)