Naciones Unidas.- EE.UU. volvió a acusar este lunes a China de ejercer una «influencia desmedida» sobre la infraestructura del Canal de Panamá, lo que supone «no solo un riesgo para Panamá y EE.UU., sino además una amenaza a la seguridad y el comercio global».
Durante una sesión del Consejo de Seguridad convocada por la presidencia rotatoria de Panamá para tratar sobre la seguridad del tráfico marítimo en general, la representante interina de EE.UU., Dorothy Shea, no repitió en esta ocasión las pretensiones del presidente Donald Trump de hacerse con el control del Canal de Panamá, reclamación que no repite desde hace varios meses.
Sin embargo, Shea sí insistió en los intereses e influencia de China sobre esa vía vital para el comercio mundial, y aunque no dio detalles, dijo que era especialmente notable «en la infraestructura crítica y en las operaciones portuarias» del canal.
China niega amenazas al Canal de Panamá
A la diplomática le respondió el embajador de China ante la ONU, Fu Cong, quien recordó que su país reconoce la soberanía panameña en el canal y la neutralidad de esa vía, y descalificó «las mentiras y manipulaciones de EE.UU. contra China, que no son, sino pretextos para buscar el control del canal».
El Canal de Panamá reivindica su neutralidad
Por su parte, el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, reivindicó este lunes la neutralidad de la vía acuática ante el Consejo de Seguridad de la ONU, presidido en Nueva York por el mandatario panameño, José Raúl Mulino, mientras que EE.UU. volvía a insistir sobre un supuesto control chino sobre la misma.
«Desde su construcción hasta su moderna administración panameña, el Canal ha sido mucho más que una ruta comercial: ha sido un puente entre naciones, un ejemplo de neutralidad funcional y un recordatorio de que el bien común requiere compromiso constante», afirmó Vásquez en su discurso.
China -recordó su embajador- «se opone con firmeza a la coerción económica y las prácticas de acoso de Estados Unidos (alusión apenas velada a la política arancelaria de EE.UU.), e insta a este país a dejar de fabricar rumores y mentiras y a dejar de crear problemas».
En un tono mucho más comedido, el presidente panameño, José Raúl Mulino, también quiso defenderse de las acusaciones estadounidenses, y subrayó la «neutralidad» de esa vía, «la mejor y la única defensa de nuestro canal contra cualquier amenaza, específica o global», una neutralidad garantizada por el tratado multilateral que rige sobre la administración del canal.
Y continuó: «Primero, la fuerza de la neutralidad basada en principios. El Canal de Panamá está regido por un tratado internacional que garantiza el acceso igualitario a todas las naciones, en paz o en guerra. Esta promesa, incorporada en nuestra Constitución, ha permitido que un país pequeño aporte estabilidad al comercio global, protegiendo esta infraestructura de las tensiones geopolíticas que tantas veces paralizan el progreso».
Así, explicó que el Canal se compone de «una Junta Directiva de once miembros, nueve de ellos designados cuidadosamente con periodos escalonados que trascienden ciclos electorales, asegura la continuidad y protege las decisiones operativas de influencias políticas de corto plazo».
EFE