La capital de Ucrania, Kiev, vivió una noche de terror tras un ataque masivo de misiles balísticos y drones lanzado por Rusia. El saldo preliminar es de al menos 9 muertos y más de 70 heridos, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
Los sistemas de defensa aérea lograron interceptar parte del ataque, pero varios misiles impactaron zonas residenciales, provocando incendios y destrucción. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque y pidió a la comunidad internacional reforzar el apoyo militar y humanitario. El suceso marca uno de los episodios más violentos de las últimas semanas en el conflicto.