La Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA) y BID Invest lideraron un panel con representantes de organizaciones empresariales femeninas, que permitió socializar pautas a seguir en el proceso de implementación en el país del Código para el Financiamiento de la Mujer Empresaria (We Finance Code).
El «Encuentro de mujeres empresarias con instituciones financieras para abordar barreras en el acceso a servicios financieros» propició la comprensión de los desafíos que enfrentan las mujeres en sus negocios y emprendimientos, además de servir de impulso al compromiso asumido por las entidades financieras para fomentar un entorno más inclusivo y equitativo.
“Este tipo de diálogo es esencial para transformar el acceso a servicios financieros y para asegurar que las mujeres empresarias reciban el apoyo que necesitan para progresar. Hoy hemos escuchado historias poderosas que resaltan no solo los desafíos, sino también las oportunidades que podemos crear al trabajar juntos”, expuso Linda Valette, vicepresidenta de Programas Estratégicos de Negocios del Banco de Reservas y a quien correspondió moderar.
El panel, celebrado en las oficinas del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Santo Domingo, estuvo integrado por Amarilys Durán, de la Federación de Mujeres Empresarias Dominico Internacional (FEM); Verónica Núñez, de la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias, Ejecutivas y Profesionales (Anmepro); Julissa Jiménez, representante de la Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias, así como Hilene Galán Laureano, de la Asociación Andaluza de Mujeres Empresarias del Sector del Medio Ambiente (Ansemac) y el Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba (FEPC).
La actividad forma parte de una serie de talleres que reúnen a los bancos que participan en el We Finance Code, así como a las principales instituciones que respaldan el desarrollo de la iniciativa, incluyendo el Banco Central, la Superintendencia de Bancos, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes y el Ministerio de la Mujer. Juntos, integran el Grupo de Trabajo 3, que incluye gerentes y administradores de unidades encargadas de pymes, explicaron la ABA y el BID Invest en un comunicado de prensa.
Precisaron que el We Finance Code proporciona apoyo técnico para mejorar la calidad de los datos y ayudar a las instituciones a desarrollar productos más efectivos para las empresarias, basándose en las verdaderas necesidades de este segmento. A través de la colaboración entre instituciones financieras y asociaciones de mujeres, se busca desarrollar políticas y prácticas que eliminen las barreras que enfrentan las empresarias en el acceso al crédito y otros servicios financieros.
Al agotar su turno, Verónica Núñez, de Anmepro, resaltó la necesidad de crear productos financieros más inclusivos, que se adapten a las realidades de las mujeres emprendedoras, y destacó que muchas veces las condiciones actuales no reflejan las necesidades de este segmento. «Las mujeres no son solo cifras; tienen historias y necesidades únicas que deben ser consideradas al diseñar productos financieros», afirmó.
La educación financiera representa una condición fundamental para superar las barreras de acceso, puntualizó Amarilys Durán, de la FEM, quien al respecto comentó que muchas mujeres carecen de la información necesaria para tomar decisiones apropiadas sobre sus negocios. «Es vital que se implementen programas de capacitación que no solo enseñen sobre finanzas, sino que también fomenten la confianza en las habilidades empresariales de las mujeres», agregó.
Hilene Galán, representante de Ansemac y FEPC, enfatizó en la importancia de la mentoría y el apoyo técnico. «Las mujeres emprendedoras necesitan no solo financiamiento, sino también un acompañamiento constante que les ayude a navegar por el complejo mundo empresarial. La mentoría puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso», afirmó Laureano. «Es fundamental que las instituciones financieras trabajen en estrecha colaboración con asociaciones de mujeres para ofrecer este tipo de apoyo”, insistió.
En esa misma línea, Julissa Jiménez, de ADME, destacó el valor del acompañamiento para ayudar a las empresarias a superar los desafíos, debido a que muchas de ellas enfrentan un entorno hostil, por lo que se hace necesario fomentar un clima de confianza y apoyo. «Necesitamos que las instituciones financieras escuchen y comprendan nuestras historias, que personalicen sus servicios para atender nuestras necesidades», expresó.
Las panelistas, como las representantes de las instituciones convocantes, coincidieron en que es necesario establecer alianzas estratégicas entre las entidades financieras y las asociaciones de mujeres empresarias para mejorar el acceso y la calidad de los servicios ofrecidos.