Brasil ha registrado 512.353 casos probables de dengue y 75 muertes confirmadas en lo que va de año, en medio de un brote de la enfermedad que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias de buena parte del país.
Según el último boletín del Ministerio de Salud, se investigan además otros 340 óbitos por su posible relación con el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
Solo en enero pasado hubo 462.750 casos probables de dengue en el país sudamericano, lo que supuso un 400 % más con respecto al mismo mes de 2023.
En estas casi dos primeras semanas de febrero ascienden a 171.703, muy cerca de todas las infecciones notificadas en todo el mes de febrero del año pasado (196.068).
El Distrito Federal de Brasilia es la región con una incidencia más alta de la enfermedad, con 2.286,2 casos probables por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con el Ministerio de Salud.
En la capital brasileña funciona desde el pasado 5 de febrero un hospital de campaña montado con el apoyo de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para aliviar la presión en la red hospitalaria.
Brasilia está bajo situación de “emergencia por salud pública” debido al aumento de las infecciones, al igual que otras grandes ciudades del país, como Río de Janeiro, que estos días está celebrando por todo lo alto el Carnaval.
La administración del presidente Lula da Silva ha llamado a todas las esferas del poder a aunar esfuerzos para combatir los focos de reproducción del Aedes aegypti mediante la fumigación de zonas endémicas y la eliminación de espacios con agua almacenada, que favorecen la reproducción del mosquito.
Asimismo, ha pedido a la población redoblar la atención, pues el 75 % de los casos se producen en el interior de las casas, según los cálculos del Ministerio de Salud.
Entre los factores que han contribuido para el incremento de los casos de dengue están las altas temperaturas y las fuertes lluvias de los últimos meses en algunas regiones del país.