En Los Ángeles, Clayton Kershaw fue homenajeado por los aficionados de los Dodgers en la última apertura en casa de su extraordinaria carrera.
El lanzador, dos veces campeón de la Serie Mundial y tres veces ganador del Premio Cy Young, permaneció en el montículo durante cuatro entradas y un tercio del triunfo de los Dodgers 6×3 ante los Gigantes de San Francisco.
Los Dodgers de Los Ángeles subieron a la lomita por última vez en una serie regular al estelar lanzador zurdo Clayton Kershaw, considerado uno de los pitchers más dominantes de su generación. La despedida fue emotiva y cargada de simbolismo para el equipo y sus seguidores.
Kershaw fue recibido con una ovación ensordecedora por parte de los aficionados en el Dodger Stadium, en reconocimiento a su impecable trayectoria dentro y fuera del terreno de juego. Su imagen ha sido siempre la de un atleta disciplinado, alejado de polémicas y fiel a los valores del deporte profesional. “Un atleta que nunca violó ninguna norma legal o moral”.
A lo largo de 18 temporadas en las Grandes Ligas, Kershaw acumuló 222 victorias, 96 derrotas, una efectividad de 2.54 y un total de 3,045 ponches en 2,849 entradas lanzadas. Ha sido líder de efectividad de todas las Grandes Ligas en cinco ocasiones: 2011 (2.28), 2012 (2.53), 2013 (1.83), 2014 (1.77) y 2017 (2.31). También lideró la MLB en victorias en tres campañas, en ponches en tres, en WAR en tres y en efectividad ajustada en cuatro, cifras que consolidan su estatus como leyenda del montículo.
Durante su último juego, mientras sonaba a todo volumen “We Are Young” en los altavoces del estadio, el ambiente se volvió casi cinematográfico. La ovación de las gradas, completamente abarrotadas, opacaba incluso la música. En ese instante, Kershaw notó que sus compañeros no habían salido aún al terreno, por lo que señaló hacia la cueva local y luego saludó a los fanáticos. Un gesto sencillo que provocó aún más emoción entre los presentes.
El último bateador que enfrentó fue Rafael Devers, de los Gigantes de San Francisco, a quien ponchó. Este detalle no fue menor: los Gigantes han sido históricamente su rival más frecuente y a quienes más ha dominado. “Antes del viernes, tenía marca de 27-16 con 2.08 de efectividad en 62 juegos (60 aperturas) contra San Francisco”. Sus 421 ponches frente a los Gigantes representan la mayor cantidad de todos los tiempos frente a ese equipo, superando los 416 del miembro del Salón de la Fama Warren Spahn.
La despedida de Kershaw no solo cierra un capítulo brillante en la historia de los Dodgers, sino que deja una huella imborrable en la memoria del béisbol moderno. Su legado trasciende los números: es una historia de consistencia, excelencia y respeto por el juego.