Santiago.- El Segundo Tribunal Colegiado de esta jurisdicción condenó a 30 años de prisión a un hombre al que la Fiscalía de Santiago le demostró su culpabilidad en la violación sexual, tortura y asesinato de una niña de cuatro años de edad, en hechos que ocurrieron en 2020 en Barranca, Sabana Iglesias.
Los hechos atribuidos a Franklin Fernández Cruz, de 34 años de edad, refieren sobre el crimen de la menor de iniciales Y.R., a quien el condenado sustrajo y tras encerrarla en una casa, junto a un menor de 16 años, la violaron sexualmente y luego le propinaron contusos golpes hasta provocarle la muerte.
La investigación del crimen, que estuvo precedido por la desaparición de la víctima, estuvo a cargo de la fiscal Leomaris Payamps, quien junto a un equipo de expertos rastreó el basurero improvisado, en una zona empinada, a donde los victimarios lanzaron el cuerpo de la infante, luego de mancillarlo.
En audiencia, ante los jueces Osvaldo Castillo, Estephanie Santiago Reyes y Rubén Darío Cruz Uceta, la fiscal litigante, Luisa García, presentó un legajo de pruebas materiales, periciales, documentales y testimoniales que sustentaron la imputación por violación sexual, tortura y asesinato de la niña.
Estos delitos constituyen una transgresión a los artículos 295, 303, 304 y 331 del Código Penal Dominicano, así como violación al artículo 396, literales A, B y C del Código de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03).
La litigante describió ante el jurado la saña con que Fernández Cruz actuó contra la víctima menor de edad, a quien afectó de manera vil, cometiendo un crimen seguido de otro crimen para luego lanzar su cuerpo a un basurero.
En 2021, la juez del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Santiago, Adalgisa Rojas, condenó a 5 años de prisión al que para entonces tenía 17 años de edad, hallado culpable de asociarse junto a Fernández para la comisión del crimen.
Los hechos
El cuerpo, ultrajado, desnudo y con golpes contusos, de la niña Y.R. fue encontrado el miércoles 8 de enero del 2020 en un vertedero improvisado, ubicado en una zona empinada a 400 metros de la residencia familiar de la menor.
Los condenados la abusaron sexualmente y luego la golpearon de manera contusa hasta provocarle la muerte.