Santo Domingo.- La defensa de los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, imputados por el colapso del techo del Jet Set Club que causó la muerte de 236 personas y dejó más de 180 heridos, revelaron este jueves información que podría poner en entredicho la imparcialidad del principal testigo del caso, Gregorio Adames Arias, conocido como Gregory.
Según documentos entregados al tribunal, Gregory recibió un pago de RD$363,005.02 por parte de la empresa Inversiones E & L, S. R. L., propietaria del Jet Set, y firmó un acuerdo de descargo y finiquito legal ante notario público el 19 de mayo de 2025, apenas un día antes de ofrecer su primera declaración formal ante el Ministerio Público. La defensa sostiene que este pago corresponde a prestaciones laborales acumuladas, reconocidas de buena fe, pese a que el exempleado había presentado su renuncia el 7 de marzo del mismo año.
“Esto es prueba del trato afable y humano de la familia Espaillat”, señala el expediente, que incluye como evidencia la carta de renuncia firmada por Gregory, mensajes de WhatsApp entre él y la administración del club, así como la notificación oficial de su salida remitida al Ministerio de Trabajo el 26 de marzo.
Juristas consultados por este medio advierten que el problema no radica en el monto recibido, sino en el momento en que fue entregado y bajo qué circunstancias: apenas tres días antes de que Gregory comenzara a colaborar formalmente con las autoridades como testigo clave.
Además, la defensa reveló conversaciones de WhatsApp entre Gregory y la asistente de Antonio Espaillat, Carmen Burgos, en las que el testigo manifestaba sentirse “solo” y presionado por los constantes contactos del Ministerio Público. En uno de los mensajes enviados el 17 de mayo, Gregory escribió: “¡Me están llamando de todos lados y del Ministerio Público! Me voy a defender”. Según los abogados, estos mensajes fueron posteriormente eliminados por el testigo de su teléfono, lo cual no fue registrado en el informe pericial realizado por el INACIF, generando dudas sobre la transparencia del análisis forense.
A pesar de estas revelaciones, la defensa no refutó directamente el testimonio de Gregory, en el que afirma haber advertido a los Espaillat sobre el deterioro del techo días antes del colapso y haber pedido suspender la actividad programada esa noche. En cambio, la estrategia se ha centrado en socavar su credibilidad como testigo al resaltar sus vínculos con los imputados, el pago previo a su declaración y sus expresiones de gratitud hacia la empresa en la carta de renuncia.
“No hay registro de amenazas, presiones ni acciones intimidatorias por parte de los señores Espaillat. Por el contrario, fue él quien buscó reiteradamente contacto con la familia después del hecho”, concluye el documento de la defensa.