Tras una revisión directa del Presupuesto Ciudadano 2026, publicado por la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), se constató que la Ley 34-23 no figura como partida presupuestaria específica, programa institucional ni como gasto condicionado por ley, a pesar de tratarse de una legislación vigente que reconoce derechos fundamentales en salud, educación e inclusión social
Maxi Feliz, defensora de los derechos neurodivergentes, madre azul y activista social, denunció públicamente la no asignación de fondos suficientes y específicos en el Proyecto de Presupuesto General del Estado 2026 para la implementación de la Ley 34-23 sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA), situación que mantiene en estado de vulnerabilidad a miles de familias dominicanas.
Tras una revisión directa del Presupuesto Ciudadano 2026, publicado por la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), se constató que la Ley 34-23 no figura como partida presupuestaria específica, programa institucional ni como gasto condicionado por ley, a pesar de tratarse de una legislación vigente que reconoce derechos fundamentales en salud, educación e inclusión social.
La Ley 34-23 establece en su artículo 53 la obligación del Estado de asignar los recursos necesarios para garantizar su ejecución. La ausencia de una asignación clara en el presupuesto 2026 configura un incumplimiento legal que afecta derechos fundamentales protegidos por la Constitución Dominicana y por tratados internacionales ratificados por el país.
Esta omisión presupuestaria se produce luego de años de espera por parte de la comunidad azul, que confió en que la aprobación de la ley representaría un cambio estructural real. Sin recursos asignados, la ley permanece sin efectos prácticos.
Maxi Feliz recordó que el presidente de la República, Luis Abinader, ha reconocido públicamente que la ley aún no cuenta con los fondos necesarios, pero advirtió que los derechos de los niños con autismo no pueden seguir sujetos a promesas futuras ni a presupuestos que los omiten.
Finalmente, hizo un llamado firme a las autoridades para que se incluya una partida presupuestaria específica para la Ley 34-23, se definan responsables claros, se garantice transparencia en la ejecución y se reconozca el autismo como una causa país que requiere voluntad política real. “La comunidad azul no exige privilegios. Exige cumplimiento de la ley. Porque sin presupuesto no hay derechos, y la espera prolongada también vulnera”.

