Washington.- La Policía detuvo este miércoles a un hombre que intentó entrar al Capitolio de EE.UU. con un machete y tres cuchillos, mientras el féretro del expresidente Jimmy Carter permanece en una capilla ardiente hasta su funeral, que se celebrará mañana jueves.
En un mensaje en la red social X, la Policía del Capitolio informó de que el incidente se produjo pasadas las 14.00 hora local (19.00 GMT), pocas horas antes de la prevista visita del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, a la capilla ardiente de Carter en el Capitolio.
Los agentes detectaron el machete cuando la mochila del hombre pasaba por el control de seguridad de rayos X. De inmediato, detuvieron la máquina, arrestaron al sospechoso y aseguraron el arma.
Posteriormente, al registrar la mochila, encontraron también tres cuchillos.
Controles de seguridad suspendidos
Como resultado del incidente, los controles de seguridad en el lado norte del Centro de Visitantes del Capitolio se suspendieron temporalmente mientras se realizaba la investigación.
Según adelantó la Policía, el hombre será acusado de varios cargos por portar armas peligrosas.
Los restos de Jimmy Carter, fallecido el pasado 29 de diciembre a los 100 años, yacen desde ayer en la Rotonda del Capitolio, un espacio reservado para honrar a las grandes personalidades del país y al que han acudido centenares de personas para despedirse del expresidente.
Homenaje a Jimmy Carter en el Capitolio
Centenares de ciudadanos acudieron este jueves a la capilla ardiente instalada en el Capitolio de Estados Unidos para despedirse del expresidente Jimmy Carter (1977-1981), fallecido el pasado 29 de diciembre a los 100 años, antes de que se celebre el funeral de Estado.
«Creo que es un momento único para recordar a alguien que fue tan importante en la historia de Estados Unidos», explicó a EFE Peter, un joven estadounidense.
Como él, muchos otros ciudadanos desafiaron las bajas temperaturas, provocadas por el temporal de nieve, para darle el último adiós al que fuera el 39º presidente del país. Alguno incluso llevaba una chapa en el abrigo con una foto suya.
«Era un hombre honrado y decente, y eso en política no es fácil. Hizo mucho sacrificio personal y por eso vine», explicó a EFE Eugenia, una mujer portuguesa residente en Washington.
EFE