La fiesta de los Reyes Magos o Día de Reyes es comúnmente llamada Epifanía, palabra que en griego significa “manifestación”, en el sentido de que Dios se revela y se da a conocer a los pueblos ajenos al mundo de Israel. Jesús es el Mesías prometido para el Pueblo Judío.
Sin embargo, estos Magos de Oriente guiados por la estrella, se dirigen a Jerusalén para adorar al enviado del cielo que ha nacido, y vienen de otros pueblos, visitan al Rey Herodes, que a su vez les señala que el Mesías debía nacer en Belén.
Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo, junto a María y José. Al postrarse ante él le ofrecen dones. Oro, porque es Rey; Incienso, porque es Dios; y Mirra, como anuncio de sus futuros sufrimientos.
Fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este solo quería acabar con la vida del niño.
La fiesta de la Epifanía es una de las más antiguas de los cristianos, muy probablemente la segunda después de la Pascua (Pascua de Resurrección). Se inició en Oriente y luego pasó a Occidente por el siglo IV.
Al principio los cristianos conmemoraban las tres Epifanías en una misma fecha: el Nacimiento, la adoración de los Reyes y el Bautismo de Jesús por San Juan Bautista en el Jordán. En algunas iglesias orientales incluso se celebra el nacimiento de Cristo el 6 de Enero.
En la Edad Media la Epifanía pasó a conocerse más como la fiesta de los Reyes Magos. Es en esa época cuando se les da los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.
En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional, somos testigos del nacimiento de esta versión de la historia, en concreto en una de las piezas más excepcionales del siglo XII, el llamado “Auto de los Reyes Magos”, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana.
En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como “reyes”, sino como steleros, es decir, astrólogos. Fue encontrada en la biblioteca de Toledo.
El texto habla sobre la llegada de los Reyes Magos y, por eso, también se la conoce con el nombre de Adoración de los Reyes Magos y está escrita en castellano medieval. En ese tiempo eran comunes las obras de teatro litúrgico que se interpretaban como una catequesis para el pueblo.
El texto de autor anónimo fue compuesto posiblemente por algún Obispo Toledano.
El día de los Reyes Magos se celebra cada 6 de enero en varios países, con la finalidad de recordar la adoración al niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos. Esta es una de las celebraciones más tradicionales de la temporada navideña.
Los católicos romanos celebran el Día de los Reyes Magos o Epifanía como la culminación de los 12 días de Navidad. Aunque el nacimiento de Jesús se celebra el día de Navidad, los Reyes Magos no llegaron a verlo hasta doce días después, razón por la cual el Día de los Reyes Magos se celebra el día 12 de Navidad.
El simbolismo detrás de los regalos de los Reyes Magos
Los Reyes Magos siguieron una estrella hasta Belén para mostrar su adoración al niño Jesús.
La Biblia dice que una estrella brillante guió a los magos desde el oriente hasta que se detuvo “sobre el lugar donde estaba el niño”, y “al entrar en la casa, vieron al niño con María su madre” (Mateo 1:24).
Le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.
El oro, que siempre ha representado riqueza y poder, simbolizaba el estatus real de Cristo como Rey de los judíos. El incienso, representaba su divinidad e identidad como Hijo de Dios. La mirra, un aceite de unción y líquido embalsamador, se refería a la mortalidad de Jesús.
¿Dónde es celebrado el día de Reyes?
El Día de los Reyes se celebra en países de habla hispana como México y España, además de otros países de América Latina, el Caribe, Francia, Polonia y algunos latinos en Estados Unidos, especialmente Puerto Rico.