La economía de Estados Unidos creció más de lo esperado en el cuarto trimestre en un contexto de un fuerte gasto de los consumidores y dejó en nada las predicciones de quienes esperaban una recesión en 2023 por las agresivas alzas de las tasas de interés, con una expansión para todo el año del 2,5%.
El producto interior bruto del último trimestre aumentó un 3,3% en una tasa anualizada, informó este jueves la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio en su estimación anticipada del PIB del cuarto trimestre.
La economía había crecido a un ritmo del 4,9% en el tercer trimestre. Los economistas consultados por Reuters habían previsto un avance del PIB del 2,0%. Las estimaciones oscilaban entre el 0,8% y el 2,8%.
La actividad productiva se está expandiendo a un ritmo superior al que los funcionarios de la Reserva Federal consideran la tasa de crecimiento no inflacionista, en torno al 1,8%.
El crecimiento del año pasado se aceleró desde el 1,9% de 2022. La economía ha sorprendido a los líderes de la industria y a algunos economistas que habían pronosticado una desaceleración desde mediados de 2022.
Parte de la resistencia de la economía se debe a la fortaleza del mercado laboral, caracterizado por la escasez de despidos y los fuertes aumentos salariales, que apuntalan el gasto de los consumidores.
En otro informe, el Departamento de Trabajo reportó el jueves de que las solicitudes iniciales de subsidios estatales de desempleo aumentaron 25.000, a 214.000, ajustadas estacionalmente, en la semana finalizada el 20 de enero. Los economistas habían previsto 200.000 en la más reciente semana.
El aumento del gasto público y de las tasas de interés casi nulas durante la pandemia del COVID-19, que permitieron a algunas empresas y hogares asegurarse unos tipos bajos, también han contribuido a evitar una recesión.
Los economistas habían basado en gran medida sus sombrías previsiones en el rápido ritmo al que el banco central estadounidense estaba subiendo las tasas para amortiguar la demanda.
La mayoría se ha retractado de sus previsiones de recesión y ahora espera un crecimiento lento este año.
Se espera que en su reunión de la semana próxima la Reserva Federal mantenga sin cambios su tasa de interés oficial en el rango actual del 5,25%-5,50%.
Dado que el informe del PIB también muestra que las presiones inflacionistas disminuyeron el trimestre pasado, se prevé que el banco central empiece a recortar las tasas en algún momento del primer semestre de este año.
Desde marzo de 2022, la Reserva Federal ha subido su tipo de referencia a un día 525 puntos básicos.