La administración del presidente Joe Biden anunció la excarcelación de 135 presos políticos en Nicaragua. Los detenidos fueron liberados por razones humanitarias, subrayando el compromiso de Estados Unidos con la protección de los derechos fundamentales de las personas.
Entre los liberados se encuentran 13 miembros de la organización Mountain Gateway, radicada en Texas, así como laicos católicos, estudiantes y otras personas consideradas una amenaza por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Esta liberación se ha producido tras extensas negociaciones diplomáticas y esfuerzos coordinados a nivel internacional.
“Nadie debería ser encarcelado por ejercer pacíficamente sus derechos fundamentales de libre expresión, asociación y práctica de su religión”, señala un comunicado emitido por el gobierno estadounidense.
El gobierno de Guatemala desempeñó un papel crucial en este proceso, al aceptar a los ciudadanos nicaragüenses liberados. Una vez en territorio guatemalteco, se les ofrece la posibilidad de solicitar formas legales para reconstruir sus vidas en Estados Unidos u otros países a través de la iniciativa Oficina de Movilidad Segura del presidente Biden. “Estados Unidos acoge con agrado el liderazgo y la generosidad del Gobierno de Guatemala”.
“El presidente Biden y la vicepresidenta Harris agradecen al presidente Arévalo su continuo liderazgo en toda la región”, dice el comunicado.
La administración Biden-Harris ha pedido públicamente al régimen de Nicaragua que cese de inmediato la práctica de arrestos y detenciones arbitrarias de sus ciudadanos, simplemente por ejercer sus libertades fundamentales.
“Estados Unidos pide nuevamente al Gobierno de Nicaragua que cese de inmediato el arresto y la detención arbitrarios de sus ciudadanos”, remarcaron.
La comunidad internacional y diversas organizaciones de derechos humanos han aplaudido esta decisión, considerándola un paso significativo hacia la mitigación de violaciones sistemáticas contra los derechos civiles en Nicaragua. Este gesto humanitario, según observadores internacionales, podría influir positivamente en futuros diálogos regionales sobre derechos humanos y fortalecimiento democrático.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también han seguido de cerca este desarrollo.
“Nadie debería estar en la cárcel por ejercer de manera pacífica sus derechos fundamentales a la libre expresión, asociación y credo”, ha subrayado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, que ha confirmado que entre las 135 personas liberadas figuran miembros de organizaciones católicas y estudiantes.
Se trata de personas percibidas por Ortega como “una amenaza para su régimen autoritario”, según Sullivan, que ha reclamado la “inmediata” liberación del resto de presos políticos que permanecen en cárceles nicaragüenses, fruto de una escalada represiva que comenzó con las protestas opositoras de 2018 y se ha exacerbado en los últimos años.
El asesor norteamericano ha querido reconocer “el liderazgo y la generosidad” del Gobierno de Guatemala, ya que gracias al Ejecutivo de Bernardo Arévalo los presos liberados podrán optar a “reconstruir sus vidas” en Estados Unidos o en otros países adheridos al plan de movilidad segura impulsado por la Administración de Joe Biden, entre los que figura España.