El huracán Oscar, de categoría 1, amenaza con impactar el este de Cuba este domingo, según informó el Centro Nacional de Huracanes de EEUU (NHC). En respuesta, la dictadura de Miguel Díaz-Canel decretó la “fase informativa” para las provincias orientales, incluida Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas y Camagüey. En estas zonas, se espera que Oscar cause daños considerables debido a la vulnerabilidad de la infraestructura cubana.
La tormenta, que ya presenta vientos de 130 kilómetros por hora, genera preocupación en un país que atraviesa una severa crisis energética tras el colapso de su red eléctrica.
El Instituto de Meteorología de Cuba ha pronosticado que el huracán provocará lluvias intensas, tormentas eléctricas y vientos fuertes en la región este del país, por lo que las autoridades de la isla se apresuran a tomar medidas preventivas. El dictador Miguel Díaz-Canel afirmó este sábado que “se está trabajando arduamente para proteger a la población y los recursos económicos ante la inminente llegada del huracán Oscar”.
Tras tocar tierra en Cuba, según su trayectoria pronosticada el sábado por la noche, Oscar haría un giro casi en U hacia el noreste, dirigiéndose nuevamente hacia las Bahamas.
Philippe Papin, del NHC, declaró que la transformación de Oscar en huracán fue inesperada.
“Desafortunadamente, el sistema nos tomó un poco por sorpresa”, admitió Papin.
Se espera que el fenómeno provoque lluvias torrenciales, tormentas y ráfagas destructivas
Horas antes, la Tormenta Tropical Nadine se formó frente a la costa sur del Caribe mexicano, causando fuertes lluvias y condiciones de tormenta tropical en partes de Belice y la Península de Yucatán. Al avanzar tierra adentro por Belice, se degradó a depresión tropical.
La última vez que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017, cuando el Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales cuantificadas en 13.185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y en los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales.
Se agrava la crisis
La llegada del huracán agrava una situación ya crítica en Cuba, donde un reciente fallo en la mayor planta eléctrica del país, la Antonio Guiteras, provocó un colapso generalizado de la red eléctrica. Según las autoridades, el sistema eléctrico nacional sufrió una “desconexión total” el pasado viernes, dejando sin electricidad a la mayor parte del país.
La Unión Nacional Eléctrica (UNE) ha logrado restablecer parcialmente el servicio, pero solo el 16% de los usuarios ha recuperado el suministro.
La noche de este sábado, un nuevo apagón dejó sin electricidad a la mitad occidental de Cuba, incluyendo a La Habana, agravando la ya crítica situación energética del país.
El Ministerio de Energía y Minas informó que “alrededor de las 22:15 ocurrió otra desconexión del subsistema de occidente”, sumiendo nuevamente a La Habana y otras regiones del país en la oscuridad.
La noticia generó frustración entre los cubanos, muchos de los cuales pasaron la noche sin dormir debido al calor y la falta de ventiladores.
“Este apagón les complica muchísimo la vida a los cubanos. La situación es bien difícil, pero yo intento mantener la calma, porque ya es demasiado estrés en este país”, declaró Yaima Valladares, una bailarina de 28 años.
En tanto, Isabel Rodríguez, de 72 años, se quejó de las dificultades para dormir: “Cómo no se nos va a enredar la vida, si no tenemos nada, ni los motores del agua pueden ponerse”.
La falta de electricidad también ha complicado el transporte público en la isla. Rafael Carrillo, un mecánico de 41 años, explicó que llevaba caminando casi cinco kilómetros por la falta de transporte. “Te pasas cuatro o cinco horas esperando la guagua (autobús) y cuando pasa, pasa repleta y no para”, lamentó Carrillo.
La mayoría de los barrios de La Habana, con más de dos millones de habitantes, seguían a oscuras, mientras que solo hoteles, hospitales y algunas casas con plantas generadoras privadas contaban con electricidad.
Los apagones se producen tras semanas de cortes prolongados, que en algunas provincias llegaron a durar hasta 20 horas diarias. El jueves, el régimen anunció la paralización de labores estatales para enfrentar la crisis. A su vez, el primer ministro Manuel Marrero priorizó el suministro de electricidad a los hogares.
Los cubanos han vivido cortes de luz constantes desde hace tres meses, con un déficit de hasta el 30% en la cobertura nacional, que alcanzó el 50% el jueves. La situación ha afectado gravemente a la vida cotidiana, como señaló un joven de 18 años, quien afirmó que “sin luz es casi imposible estudiar”.
Además, denunció la falta de información y la desconexión de los servicios de internet y telefonía. “Mi teléfono ya no tiene batería, no tenemos internet, se va la conexión también y no puedo llamar a mis familiares porque no hay cobertura en el teléfono fijo en la casa”, agregó.