El Congreso de los Diputados de España aprobó una nueva ley de protección animal que prohíbe el sacrificio de animales de compañía por razones económicas o administrativas, una medida que marca un antes y un después en los derechos de los animales en el país.
La ley también endurece las penas por maltrato, regula la tenencia responsable y establece la creación de un registro nacional de animales domésticos.
Organizaciones animalistas celebraron el avance legislativo, mientras sectores tradicionales, como la caza, expresaron sus reservas frente a las nuevas restricciones.