Un reciente estudio realizado en República Dominicana sugiere que el consumo de productos lácteos podría desempeñar un papel significativo en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Este hallazgo subraya la importancia de los lácteos en la dieta diaria y su potencial contribución para mejorar la salud cardiovascular.
El estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores del Plan Nacional de Prevención y Control de las Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud Pública, ha encontrado evidencias de que el consumo regular de lácteos, especialmente aquellos ricos en probióticos y calcio, puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
En torno a este estudio, el nutricionista Francisco Herrera Morales, afirma que el mismo refuerza la idea de que los lácteos no solo son una fuente importante de nutrientes esenciales, sino que también pueden contribuir significativamente a la salud del corazón.
Herrera Destaca que la leche, el yogurt y el queso pueden proporcionar nutrientes claves como el calcio, el potasio y las vitaminas A y D, que son fundamentales para mantener la presión arterial en niveles saludables y fortalecer el sistema cardiovascular.
Así mismo, añadió que los lácteos tienen otros componentes saludables como aminoácidos, calcio, magnesio, potasio y probióticos, los cuales podrían ayudar a fortalecer el organismo ante enfermedades del corazón.
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en la Región, aunque la mortalidad por esta causa ha disminuido constantemente en la mayoría de los países de las Américas, con una reducción general de 19 % entre el 2000 y el 2010 (20 % en mujeres y 18 % en hombres).
Dentro de las pautas alimentarias para prevenir la enfermedad cardiovascular señaló algunas de las principales recomendaciones nutricionales para prevenir o controlar los padecimientos del corazón:
- Cereales: consumir al menos un 50% en versiones integrales ricas en fibra dietética.
- Frutas y vegetales: 5 al día es muy bueno, 8 al día es una meta ideal para el corazón.
- Lácteos: 3 porciones diarias (leche, yogurt y queso)
- Carnes: preferir las carnes blancas y los pescados, de esta manera, máximo 2 veces a la semana carnes rojas y al menos 2 veces a la semana pescados ricos en Omega 3 como el atún, salmón, trucha o sardinas.
- Grasas: Preferir las grasas saludables y reducir las grasas saturadas o trans:
a. Promover el consumo de grasas saludables como, nueces o semillas, incluir 2-3 porciones diarias.
b. Limitar las grasas saturadas o trans, evitando el consumo de carnes con piel o bordes de grasa, productos empacados que indiquen grasas trans en su tabla nutricional, frituras o comidas rápidas.
- Alimentos bajos en sodio: un producto bajo en sodio es por definición el que en cada porción tiene menos de 140 mg de sodio. Recuerde adicionar poca sal y consumir la menor cantidad de productos enlatados, empacados o similares y sustituirlos por alimentos más naturales para lograr este objetivo.
- Azúcar añadido: Limitar el consumo de postres, dulces, etc. Y si consideramos el azúcar de mesa como tal máximo 6 cucharaditas de azúcar diaria. Hay que prestarle mucha atención a las bebidas, galletas y cereales de desayuno porque ahí puede estar oculta parte del azúcar que una persona ingiere diariamente.
Las recomendaciones del estudio también sugieren que un consumo adecuado de lácteos, combinado con otros hábitos saludables como la actividad física y una alimentación rica en frutas y verduras, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.