Brasilia.- El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro sufre un cáncer de piel «precoz», pero aun así fue dado de alta este miércoles del hospital en el que había sido internado la víspera, y regresó a su residencia, donde cumple prisión domiciliaria.
El líder de la ultraderecha, condenado la semana pasada a 27 años de cárcel por golpismo, fue ingresado de urgencia este martes y, según los médicos, le fueron retiradas ocho lesiones en la piel.
Según dijo a periodistas Claudio Birolini, uno de sus médicos, dos de esas lesiones «dieron positivas para un tipo de carcinoma de células escamosas», un tipo de cáncer en «estado precoz» y que no requiere de momento ningún tratamiento específico, pero sí obligará a «evaluaciones periódicas» para vigilar su desarrollo.
Birolini explicó que «no se trata del cáncer más simple, pero tampoco es uno de los más agresivos», y van a evaluarlo gradualmente por los médicos en la residencia de Bolsonaro en Brasilia, donde está prisión domiciliaria desde el mes pasado por haber incumplido diversas resoluciones judiciales.
Mejora «parcial»
Antes se había conocido que Bolsonaro mejoró de forma «parcial» tras pasar la noche hospitalizado, con un cuadro de «anemia persistente y alteración de la función renal», según el boletín divulgado este miércoles.
El exmandatario tuvo trasladarse de urgencia el martes desde su residencia, donde cumple prisión domiciliaria desde el pasado 4 de agosto, hasta un hospital privado de Brasilia por una serie de vómitos, mareos y presión baja.
El líder ultraderechista, de 70 años, llegó a la clínica con signos de deshidratación, la frecuencia cardíaca elevada y la presión arterial baja, de acuerdo con el parte, firmado por cuatro médicos del Hospital DF Star.
Los problemas de salud de Jair Bolsonaro
Se sometió entonces a una batería de exámenes que evidenciaron «persistencia de la anemia y alteración de la función renal, con elevación de la creatinina».
Ante el cuadro de mareos frecuentes, se le realizó también una resonancia magnética del cráneo que no mostró «cambios agudos» neurológicos.
Así, tras pasar la noche hospitalizado, mostró una mejoría «parcial», después de hidratarse e iniciar un tratamiento con medicamentos.
«Será reevaluado a lo largo del día para determinar la necesidad de continuar en el entorno hospitalario», apuntó el equipo médico.
La Primera Sala del Tribunal Supremo condenó el jueves pasado a Bolsonaro y a siete de sus aliados, entre exministros y antiguos mandos militares, a penas de entre 16 y 27 años de cárcel por tramar un golpe tras perder las elecciones de 2022 frente al actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.
Condenado por golpismo
El ex jefe de Estado (2019-2022) recibió el castigó más severo de todos -27 años y 3 meses de prisión- por «liderar» el complot para desmantelar el Poder Judicial, impedir la investidura de Lula y «perpetuarse en el poder» por la fuerza, según la sentencia.
El domingo pasado, el capitán retirado del Ejército acudió al hospital para la retirada de ocho lesiones en la piel. Entonces, los exámenes ya mostraron un cuadro de anemia por falta de hierro y restos de una neumonía reciente.
Esa salida solo fue posible tras la autorización previa del magistrado del Supremo Alexandre de Moraes, instructor de los procesos que enfrenta el expresidente.
Bolsonaro ha venido sufriendo problemas recurrentes de salud derivados de la puñalada que le atestó un enfermo mental el 6 de septiembre de 2018 durante un mitin electoral en el estado de Minas Gerais.
EFE