Buenos Aires.-El economista libertario Javier Milei juró este domingo “por Dios y por la patria, sobre estos santos evangelios” como nuevo presidente de Argentina en el Congreso de la Nación, en Buenos Aires.
Posteriormente, recibió la banda y el bastón presidenciales de manos del mandatario saliente, Alberto Fernández, quien le estrechó la mano y dijo unas breves palabras, tras lo cual salió del recinto.
Tras el juramento de Milei como nuevo mandatario, la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, hizo lo propio, momento en el que Cristina Fernández dejó la Asamblea Legislativa en manos de su sucesora.
“Es un momento que quedará para siempre en nuestros corazones y queremos agradecerles este gesto de acompañarnos de todos los países del mundo y todas las provincias”, dijo la abogada, que quedará encargada de la Cámara Alta por el período 2023-2027 para dar por cerrada una sesión que no duró más de 10 minutos.
Antes del juramento, ambos debieron pasar por el Libro de Visitas Ilustres. Lo llamativo fue que, además de la rúbrica de cada uno, Milei escribió su famoso lema, “Viva la libertad, carajo”, y Villarruel agregó: “Todo por Argentina”.
Discurso ante la ciudadanía
El presidente de Argentina, Javier Milei, comenzó este domingo su discurso ante la ciudadanía tras jurar el cargo que ejercerá por el período 2023-2027, señalando que “hoy comienza una nueva era” en el país suramericano.
Desde una tribuna instalada a los pies de la escalinata del Congreso de la Nación, en presencia de los principales representantes internacionales que acudieron a su asunción presidencial y ante decenas de miles de ciudadanos congregados en los alredededores, el economista libertario agregó que hoy se da “por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive”.
El mandatario recalcó en su discurso ante la ciudadanía tras jurar el cargo que no sólo el estado de la economía es deplorable, sino que “en todas las esferas, miren donde miren, la situación de Argentina es de emergencia”.
“La situación de Argentina es crítica y de emergencia”, insistió Milei vestido con la banda presidencial, desde una tribuna instalada a los pies de la escalinata del Congreso de la Nación, en presencia de los principales representantes internacionales que acudieron a su asunción presidencial y ante decenas de miles de ciudadanos congregados.
Materia de seguridad
El flamante presidente enumeró que en materia de seguridad, “Argentina se ha convertido en un baño de sangre”, que una de las ciudades más importantes del país -en alusión implícita a Rosario- ha sido “secuestrada” por el narcotráfico y la violencia, que los ciudadanos han sido “abandonados” por la clase política y que solo el 3 % de los delitos conlleva algún tipo de condena.
“Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes”, prometió mientras la multitud coreaba “¡Po-li-cía, po-li-cía!”.
En materia social, Milei describió que “la mitad de la población es pobre, con el tejido social completamente roto”, por lo que unos veinte millones de argentinos “no pueden vivir una vida digna”, y seis millones de niños y jóvenes se van a dormir con hambre, caminan descalzos por la calle o han caído en la droga.
“Los planes contra la pobreza generan más pobreza”, afirmó el nuevo gobernante argentino, quien insistió en que “la única forma de salir de la pobreza es con más libertad”.
Milei se lamentó por las preocupantes cifras de la educación, un panorama que contrastó con el pasado, cuando Argentina se convirtió en el primer país “en terminar con el analfabetismo en el mundo”. La gente le respondió: “¡Lo hicieron a propósito!”.
En materia de salud, el presidente dijo que el “sistema se encuentra completamente colapsado”, porque hay hospitales “destruidos”, médicos que cobran “una miseria” y falta servicio de salud básica, una situación que, a su juicio, provocó que durante la pandemia del coronavirus Argentina 130.000 muertos, cuando podría haber tenido sólo 30.000.
Milei criticó el “Estado presente” del que hablan los políticos, porque según él es una fórmula “para justificar el aumento descomunal del gasto público que sólo lo beneficia” a la clase política.
En materia de infraestructura, advirtió de que sólo el 16 % de las rutas está asfaltada y apenas un 11 % en buen estado, razón por la cual cada año mueren 15.000 argentinos en accidentes de tránsito.
No perseguirá a los políticos
Milei aprovechó su discurso para afirmar que no va a “perseguir a nadie” de la clase política, pero también advirtió de que no se dejará extorsionar y sus convicciones son “inamovibles”.
“No pedimos acompañamiento ciego, pero no vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfieran con el cambio que los argentinos elegimos”, advirtió Milei, desde una tribuna instalada a los pies de la escalinata del Congreso nacional, en presencia de los principales representantes internacionales que acudieron a su asunción presidencial y ante decenas de miles de ciudadanos congregados en los alrededores.
Milei avisó de que su Gobierno no llega para “saldar viejas ‘vendettas’” y recordó que el suyo “no es un proyecto de poder, sino de país”.
Como líder de una fuerza nueva, La Libertad Avanza (ultraderecha), con pocos diputados y senadores, el economista armó un gabinete que tiende puentes a otras fuerzas políticas y dio su primer discurso como presidente en la calle frente a la ciudadanía, y no en la Asamblea Legislativa.
Ante la posibilidad de que los dirigentes sociales organicen protestas en la calle en protesta por el ajuste económico anunciado, el presidente les dijo que los argentinos eligieron “un país en el que corta la calle violando los derechos de los conciudadanos no recibe asistencia” y que “dentro de la ley, permite todo, pero fuera de la ley, nada”.
Milei avisó a los dirigentes políticos, sindicales y empresarios que recibirá “con los brazos abiertos” a quienes quieran “sumarse a la nueva” Argentina, y que “no importa de dónde vengan, qué hayan hecho antes”, sino que “lo que importa es hacia dónde quieren ir”.
En cambio, advirtió a “los que quieren utilizar la violencia y la extorsión para obstaculizar los cambios” que es un presidente de “convicciones inamovibles”.
“No vamos a claudicar, no vamos a retroceder, no nos vamos a rendir”, anticipó.
“Abrazar las ideas de la libertad es la única manera en que podemos salir del pozo en que nos han metido”, dijo mientras la multitud le vitoreaba con frases como “¡Vamos, Javier!” y “¡Olé, olé, olé, Milei, Milei!”.
Saludo a la delegación internacional
El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, recibió hoy el saludo oficial de diversas personalidades extranjeras que asisten a su investidura, entre ellos el rey de España, Felipe VI, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
La ceremonia se celebró en uno de los salones de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, donde Milei estuvo acompañado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y la designada canciller argentina, Diana Mondino, quien aún no juró su cargo como ministra.
En este marco, Milei recibió el saludo de Felipe VI; el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, y los presidentes de Ucrania, Volodomiri Zelensko; Paraguay, Santiago Peña; Uruguay, Luis Lacalle Pou; Chile, Gabriel Boric; Ecuador, Daniel Noboa, y Armenia, Vahagn Jachaturyan.
Con todos ellos, Milei posó después en una fotografía “de familia”.
Una de las peculiaridades de esta parte de la ceremonia de asunción presidencial fue el fuerte abrazo entre Zelenski y Milei, quien regaló al líder ucraniano una menorá, candelabro de nueve brazos empleado en la festividad judía de las luminarias denominada Janucá.
La ceremonia continuó luego con el saludo de otros representantes de Gobiernos extranjeros y diplomáticos al nuevo presidente de Argentina.
Mientras tanto, en la explanada frente a la Casa Rosada, miles de ciudadanos esperaban bajo un sofocante calor el saludo de Javier Milei desde el balcón que tantas veces estampas de la historia argentina ha cobijado.
AGENCIA: EFE