El Gobierno de Kenia está preparado para el despliegue de unos mil policías kenianos que estarán al frente de una misión multinacional para atajar la crisis de seguridad en Haití, cuyo primer ministro, Ariel Henry, aceptó en las últimas horas renunciar al cargo, indicaron este martes medios locales.
«Los tribunales dijeron que necesitábamos un acuerdo bilateral con Haití y eso se firmó hace aproximadamente una semana (el 1 de marzo). Ahora estamos en la etapa previa del despliegue», dijo el ministro de interior de Kenia, Kithure Kindiki, este lunes en la ciudad de Kambu (sureste), antes de que se conociera la decisión de Henry.
El ministro de Interior recordó que «Kenia es la nación líder de la misión multinacional en Haití, pero otros países también se han comprometido a enviar tropas y esto vino del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
Teóricamente, con la firma del acuerdo de Kenia y Haití debería haber quedado superado el último obstáculo puesto por la justicia keniana, después de que el pasado 26 de enero el Tribunal Superior de Nairobi prohibiera el despliegue de policías kenianos en el país caribeño.
Entonces, esa corte indicó que el Consejo de Seguridad Nacional de Kenia solo podría enviar a los agentes al extranjero si existiese un «acuerdo recíproco» con el Gobierno anfitrión.
El acuerdo fue firmado en Nairobi el pasado día 1 de marzo en presencia del presidente keniano, William Ruto, y del entonces primer ministro haitiano, Ariel Henry, que este martes anunció que dimitirá junto a su Gobierno en cuanto haya un consejo presidencial de transición.
«El Gobierno que dirijo acepta la instalación de un consejo presidencial de transición. Los miembros del consejo serán elegidos tras un acuerdo entre diferentes sectores de la vida nacional», dijo Henry en un mensaje a la nación colgado en las redes sociales del Ejecutivo haitiano.
Su renuncia fue exigida por uno de los líderes de las bandas armadas que han tomado el control de algunas zonas de Haití, incluida la capital, para poner fin a una ola de violencia que hasta la fecha ha obligado a más de 15.000 haitianos a desplazarse de sus hogares.
La violencia en Puerto Príncipe aumentó significativamente desde que a fines de febrero se supo que Henry se comprometió a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se considera que debió concluir su mandato el 7 de febrero pasado.
Henry se halla actualmente en Puerto Rico, después de que las autoridades de la República Dominicana denegaran su solicitud de aterrizar en el país por razones de seguridad nacional.
Ante ese escenario, la presión internacional sobre Kenia para activar el despliegue también va en aumento, como se deduce de la conversación telefónica que mantuvieron el pasado fin de semana Ruto y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Ambos abordaron «la actual crisis política y de seguridad en Haití», informó el pasado sábado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado.
Según Miller, Ruto y Blinken «subrayaron el compromiso inquebrantable con el despliegue de una misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad para apoyar a la Policía Nacional de Haití en la creación de las condiciones de seguridad necesarias para llevar a cabo elecciones libres y justas».
También Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, reafirmó el pasado miércoles «la necesidad de tomar medidas urgentes, incluido el financiamiento de la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad, para abordar las necesidades de seguridad del pueblo de Haití».
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en octubre de 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud manifestada un año antes por el primer ministro haitiano para erradicar a las bandas armadas.