Los incendios devastadores que están arrasando Los Ángeles han exacerbado la división política en Estados Unidos, justo antes de que Donald Trump asuma la presidencia. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha sido blanco de críticas por parte de los republicanos, quienes lo acusan de no gestionar adecuadamente la emergencia y de anteponer políticas medioambientales a la seguridad pública. Trump, además, ha utilizado las redes sociales para difundir desinformación, como la falsa acusación de que Newsom bloqueó el uso de agua para combatir las llamas. La crisis ha afectado gravemente la imagen de Newsom y pone en duda su capacidad para liderar la reconstrucción de las zonas afectadas, un proceso que podría costar más de 20.000 millones de dólares.