La Plaza de San Pedro se llenó de miles de fieles que acudieron a rendir homenaje al papa Francisco, quien falleció a los 88 años. Entre lágrimas, rezos y cantos, católicos de todo el mundo expresaron su gratitud por el legado de humildad y compasión del Sumo Pontífice.
El funeral, celebrado en una solemne ceremonia en el Vaticano, contó con la participación de líderes religiosos y políticos de diversas naciones. El cardenal Giovanni Battista Re, quien presidió la ceremonia, destacó que el papa Francisco “cambió el rostro de la Iglesia” acercándola a los más necesitados. Su legado seguirá iluminando a generaciones futuras.