Santo Domingo. – La Dirección General de Migración (DGM) realizó ayer una serie de operativos coordinados para combatir la migración irregular, los que abarcaron áreas clave del país en las que se logró detener a 1,801 extranjeros indocumentados y deportar a otros 1,102 a su país de origen.
Las operaciones de interdicción, implementadas dentro de una estrategia integral, abarcaron el Gran Santo Domingo, donde se detuvo a 141 extranjeros con estatus irregular. Santiago de los Caballeros reportó 88 detenciones, La Vega 41; Mao/Santiago Rodríguez, 34; la Zona Este registró 184; Dajabón, 194, Elías Piña, 164; Jimaní, 162; Pedernales 44; Azua, 4; Barahona, 34, y Puerto Plata, 5 personas.
El esfuerzo conjunto para garantizar la seguridad nacional incluyó al Ejército de República Dominicana, que en coordinación con la DGM detuvo 555 personas, el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre, que sumó 125 detenciones, mientras que la Policía Nacional aportó 26. La colaboración interinstitucional fue clave para el éxito de los operativos y también implicó al Ministerio de Defensa, la Ciutran, la Digesett, el Ministerio Público y otros organismos de seguridad del Estado.
La estrategia busca no solo detener y deportar extranjeros en situación irregular, sino también prevenir delitos vinculados a la migración, como el tráfico ilícito de personas, la delincuencia organizada y otros ilícitos. En las operaciones se enfatiza, igualmente, en la garantía de los derechos inalienables, el trato humano, el respeto a la dignidad de los extranjeros interdictos y el cumplimiento de los procedimientos legales.
En cuanto a la busqueda y deteccion por parte de las autoridades, entregaron a su país de origen un total de 1,102 personas, quienes fueron recibidas por las autoridades correspondientes en su pais de origen, el desglose es el siguente, por el punto de control en Dajabón se deportaron 444 personas, por Elías Piña a 460, por Jimaní a 155 y por Pedernales a 43.
El objetivo de las acciones de la DGM, a través de los operativos es garantizar que los extranjeros aceptados en el país estén debidamente identificados, circulen en el territorio de forma legal, de modo que se pueda preservar el orden publico y asi contribuir con el fortalecimiento de la paz social, a los fines de preservar nuestra identidad nacional.