El gobierno de Portugal anunció la suspensión de varios actos conmemorativos por el 51º aniversario de la Revolución de los Claveles debido al luto oficial decretado tras la muerte del papa Francisco.
A pesar de la suspensión oficial, miles de ciudadanos salieron espontáneamente a las calles para rendir homenaje tanto a la democracia conquistada en 1974 como al legado espiritual del pontífice.
El primer ministro expresó que el respeto a la figura del papa Francisco es compatible con la conmemoración de la libertad, dos valores fundamentales para la nación portuguesa.