El televisor, un aparato presente en casi todos los hogares, puede incrementar considerablemente la factura de electricidad, especialmente si es un modelo de Smart TV.
Sin embargo, aunque estos dispositivos tienden a consumir más, existen maneras de reducir su impacto en el costo energético.
Medidas como disminuir el brillo de la pantalla, activar el modo de ahorro de energía o desactivar funciones no utilizadas pueden ayudar a que la factura de electricidad no se eleve demasiado por el uso del televisor.
Cuánta energía consume una TV
Al considerar el consumo energético de un televisor, varios aspectos son clave. Primordialmente, el tipo de televisor es determinante.
Los Smart TVs, populares por su conexión a internet y acceso a un amplio abanico de contenido, tienden a consumir más energía que modelos anteriores debido a tecnologías añadidas como la conectividad Wi-Fi y capacidades de streaming.
Diversos estudios indican que, en promedio, un televisor convencional usa aproximadamente 260 vatios por hora, en contraste con un Smart TV que puede consumir hasta diez veces más.
Este incremento se debe, en parte, a que los Smart TVs suelen tener pantallas más grandes y ofrecen más funcionalidades, incrementando su consumo energético. Adicionalmente, elementos como el brillo de la pantalla y el volumen también inciden en la cantidad de energía utilizada.
La cifra de 260 vatios por hora mencionada anteriormente representa un promedio, pero es importante recordar que puede variar significativamente de un modelo a otro.
Los televisores más modernos, incluso los que no son Smart TVs, suelen ser más eficientes energéticamente debido a mejoras en la tecnología de pantallas y componentes electrónicos.
Optimizar el consumo de energía de una TV
Ahora que se tiene conocimiento sobre el consumo promedio de electricidad de una TV, es el momento adecuado para considerar maneras de optimizar ese consumo energético y disminuir el costo en las facturas de electricidad. A continuación, tres recomendaciones prácticas:
-Ajustar el brillo de la pantalla: un brillo demasiado intenso puede incrementar el consumo de energía. Es recomendable configurar el brillo a un nivel apropiado según la iluminación del ambiente.
-Solo funciones necesarias: muchos televisores ofrecen funciones adicionales como sensores de movimiento, control por voz o aplicaciones preinstaladas que, si no se usan regularmente, es preferible desactivarlas para ahorrar energía.
Adicionalmente, la mayoría de los televisores cuentan con un modo de ahorro de energía incorporado que, una vez activado, ajusta automáticamente el brillo y otras configuraciones para minimizar el consumo de energía.
– Evitar dejar el televisor en modo de espera: aunque pueda parecer conveniente mantener el televisor en este modo, sigue consumiendo energía. Se recomienda apagar completamente el aparato cuando no se esté utilizando, con el fin de prevenir el consumo innecesario de energía.
Consejos para adquirir una TV
Si se está considerando la compra de un nuevo televisor y se tiene preocupación por su consumo energético, resulta crucial tomar en cuenta la eficiencia energética del modelo seleccionado.
Hoy día, hay etiquetas de eficiencia energética que muestran el consumo energético estimado del televisor, clasificadas en diversas categorías que van desde A++ (la más eficiente) hasta G (la menos eficiente).
Además de verificar la eficiencia energética del modelo, otro consejo importante al comprar un nuevo televisor con respecto al consumo de energía es considerar el tamaño de la pantalla. Generalmente, a mayor tamaño de pantalla, mayor será el consumo energético
Por lo tanto, elegir un televisor con el tamaño de pantalla adecuado para sus necesidades, sin optar por uno más grande de lo necesario, puede contribuir significativamente a la reducción del consumo energético.
Este enfoque no solo es beneficioso para el ahorro energético, sino también para el cuidado del medio ambiente y la economía doméstica.