Las inundaciones en buena parte de Inglaterra han llevado a las autoridades a decretar más de 300 alertas, después de que ríos y canales hayan comenzado a desbordarse de sus cauces, especialmente en el sur y el centro del territorio.
Una semana de precipitaciones, agravada por el paso de la tormenta Henk, ha obligado a realizar cientos de evacuaciones a lo largo de la noche y afecta esta mañana de manera significativa al tráfico ferroviario.
La compañía Great Western Railways ha cancelado las líneas de trenes entre Reading y Taunton y entre Swindon y Bristol, en el suroeste de Inglaterra, hasta nueva orden.
La Agencia Medioambiental mantiene activas 304 alertas por inundación (frente a 271 a la misma hora el día anterior), lo que implica que se esperan desbordamientos de agua en las próximas horas.
Al mismo tiempo, informa de 332 advertencias a la población, que suponen que una inundación en esos puntos «es posible».
Uno de los incidentes más graves se ha producido en Nottinghamshire (centro), donde el río Trent ha provocado la inundación de más de un centenar de hogares tras alcanzar sus niveles más altos en 24 años.
Además, los servicios de emergencias tuvieron que evacuar durante la noche a medio centenar de vecinos en el barrio de Hackney Wick (este de Londres), cuando el agua de un canal que lo atraviesa rebasó su cauce.
La Agencia Medioambiental calcula que más de 1.000 propiedades se han visto anegadas por las aguas esta semana, de ellas centenares a lo largo de la pasada noche.
Pese a todo, la previsión meteorológica para las próximas horas pronostica que los chubascos terminarán y darán paso a un fin de semana más seco.
La “alerta amarilla” decretada por la Oficina Meteorológica por el temporal fue levantada a las 03.00 GMT.