Washington.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva para desmantelar el Departamento de Educación, cuyas funciones se reducirán a su mínima expresión en línea con su promesa electoral de recortar el Gobierno federal y de devolver competencias en enseñanza a los Estados.
La Casa Blanca admitió que la agencia, que no puede cerrarse por completo sin la aprobación del Congreso, mantendrá competencias básicas relativas, por ejemplo, a la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles.
«En lo que respecta a los préstamos estudiantiles y las becas Pell, estas seguirán siendo administradas por el Departamento de Educación», comentó en una comparecencia ante la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en relación a un evento previsto para hoy en el que Trump firmará la orden para desarbolar la agencia.
Leavitt confirmó también que la financiación para la educación especial y la correspondiente al título I de la Ley de Educación Primaria y Secundaria, que regula las ayudas complementarias para los menores de familias con bajos ingresos, seguirán siendo competencia del departamento.
En todo caso, la portavoz insistió en que la orden ejecutiva que firmará Trump ordena a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a reducir «considerablemente la escala y el tamaño» de la institución.
«Hemos gastado más de tres billones de dólares en esta burocracia federal. ¿Cuál ha sido el retorno de esa inversión para el contribuyente estadounidense? Niveles que distan mucho de ser ideales», relató refiriéndose a los pobres resultados que los estudiantes estadounidenses cosechan en pruebas de nivel de lectura, ciencia o matemáticas.
«El presidente finalmente está tomando medidas muy necesarias para que la educación vuelva a donde debe estar, es decir, a los educadores más cercanos a los estudiantes, en sus aulas, en sus respectivos estados», remarcó la vocera.
Un cierre del Departamento de Educación debe pasar por el Congreso
El Departamento de Educación, creado en 1979 en virtud de una ley aprobada por el Congreso, no puede cerrarse sin la aprobación del Legislativo, un escenario que se considera altamente improbable por la predecible falta de apoyo de los demócratas.
Aun así, el presidente ha sugerido que podría conseguir suficiente apoyo para cerrar un órgano cuya plantilla ha quedado ya reducida a la mitad desde su retorno al poder el pasado 20 de enero.
Los republicanos fueron muy críticos con el Departamento de Educación bajo el mandato del demócrata Joe Biden (2021-2025), en particular con las decisiones de perdonar préstamos estudiantiles y extender las protecciones contra la discriminación sexual en la educación a las personas del colectivo LGTBI.
La decisión de desmantelar la cartera de Educación responde a su vez a la promesa electoral de Trump de reducir el aparato público y de otorgar más competencias a los estados en Educación.