La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Kaja Kallas, advirtió este lunes que un posible cierre del estrecho de Ormuz —una exigencia del Parlamento iraní tras el ataque de Estados Unidos— sería una medida “extremadamente peligrosa” que “no beneficiaría a nadie”.
Al llegar al Consejo de Asuntos Exteriores que se celebra en Bruselas, Kallas confirmó que los ministros debatirán la situación en Irán tras los recientes bombardeos y reiteró que la UE apuesta por una solución diplomática ante la escalada del conflicto en Oriente Medio. “El cierre del estrecho de Ormuz sería extremadamente peligroso y no sería bueno para nadie”, advirtió.
El Parlamento iraní ha solicitado cerrar el estratégico paso marítimo —por donde transita alrededor del 20 % del crudo mundial transportado por mar— aunque la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional del país.
Kallas recordó que la Unión Europea mantiene el compromiso con la vía diplomática: “Hablamos con el ministro iraní el viernes. Irán se mostraba abierto a discutir tanto el programa nuclear como otros temas de seguridad regional. Esto debe continuar si queremos una solución sostenible a largo plazo”.
Asimismo, subrayó que el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní contempla una cláusula que permitiría reimponer sanciones automáticamente si Irán incumple sus compromisos. “Si todos estamos de acuerdo en que Irán no debe tener armas nucleares, tenemos que trabajar para lograrlo”, enfatizó.
El ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, también instó a la Unión Europea a actuar con “valentía”, defendiendo la paz, el derecho internacional y la negociación. “No hay solución militar en Oriente Medio. Ya se ha intentado antes, y solo trajo caos”, advirtió, apelando a que Europa ejerza como “poder estabilizador”.
En la misma línea, el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noel Barrot, defendió que la única vía efectiva para evitar que Irán adquiera armas nucleares es mediante una reversión duradera, sólida y verificable del programa nuclear. “No buscamos un retraso temporal. Queremos garantías permanentes, y eso solo se consigue negociando”, afirmó.
Barrot también rechazó cualquier intento de provocar un cambio de régimen por la fuerza en Irán, calificándolo de “ilusorio y peligroso”.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Johann Wadephul, subrayó la urgencia de que Irán acceda a un diálogo directo con Estados Unidos, con el apoyo del grupo E3 (Francia, Alemania y Reino Unido). “El mundo no aceptará un Irán con armas nucleares”, remarcó.
Desde Lituania, el canciller Kęstutis Budrys coincidió en la necesidad de que la UE ejerza presión para frenar la escalada. “Irán debe decidir si quiere ser un miembro responsable de la comunidad internacional o continuar con políticas destructivas. Su programa nuclear representa una amenaza existencial para Israel y para el equilibrio global”, concluyó.