La Suprema Corte de Justicia (SCJ) juramentó este jueves a 735 nuevos profesionales del derecho durante un acto dedicado a la luchadora de la resistencia democrática, Minerva Mirabal, donde su presidente, Henry Molina, recomendó promover la libertad y la dignidad de las personas y que defenderla es una responsabilidad de los que creen en la convivencia y en las reglas del Derecho.
Molina destacó que la XXXI Audiencia de Juramentación de Abogados (as) se realiza en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre en memoria del día en que, en 1960, fueron asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. En sus palabras el presidente de la Suprema Corte instó a los juramentados (as) a emular su ejemplo de lucha democrática.
“La memoria de las luchas por la democracia cobra especial importancia en nuestros días. Pues muchas veces se quieren utilizar las fallas de este sistema para enaltecer formas superadas y totalmente inaceptables”, aseveró el también presidente del Consejo del Poder Judicial.
El presidente de la Suprema indicó que “es un honor hacer un acto de justicia histórica y simbólica, pues Minerva Mirabal, quien cursó la carrera de Derecho, completó sus estudios y presentó su tesis, no pudo nunca obtener la autorización para ejercer en los tribunales. ¿Por qué? Por ser mujer y por ser luchadora”.
Recordó que hubo que esperar a noviembre de 2020, para que, a través del Decreto 671-20 el presidente Luis Abinader emitiera el exequátur póstumo que le otorgó el derecho a ejercer la profesión.
En tanto que Minou Tavárez Mirabal, quien recibió el reconocimiento, indicó que su madre luchó toda su vida por ser abogada, tanto así que primero tuvo que convencer a su familia para inscribirse en la universidad, luego vencer al régimen para que la dejaran inscribirse en la facultad de derecho de la universidad, entre otras dificultades.
Recordó que se graduó con las mejores notas de la facultad, y se le negó otorgarle el título de Summa cum laude, el cual fue reconocido por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) 21 años después de su asesinato.
“Ella nunca tuvo la oportunidad que ustedes están teniendo de graduarse, o la tuvo, le fue negada, y luego esa negación terminó, quizás, en el más terrible de los crímenes de la dictadura. Un crimen de tal magnitud que ha terminado convirtiéndola a ella y a sus hermanas en los más altos símbolos de la dominicanidad en el mundo”, expresó.
Durante la audiencia tomaron juramento 402 mujeres y 333 hombres, el magistrado Henry Molina certificó póstumamente como profesional del derecho a Minerva Mirabal, en retribución histórica y simbólica de sus derechos vulnerados por la oprobiosa dictadura trujillista, así se indicó mediante una nota de prensa.
Durante el acto, el Pleno de la SCJ rindió homenaje a tres juezas de Corte de Apelación: Guillermina Marizán Santana, Yadira de Moya Kunhardt y Elena Berrido Badía de Contreras, quienes a través de su trayectoria han mostrado un compromiso incansable en la judicatura dominicana.
Minerva Mirabal Reyes de Tavárez, nació 12 de marzo de 1926, en Ojo de Agua, Salcedo. Abogada y activista dominicana, fue una de las primeras mujeres en obtener el título de doctora en Derecho, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en 1957, durante la dictadura de Trujillo.
Junto a su hermana María Teresa, Minerva mantuvo una larga trayectoria de conspiración y resistencia, y al igual que sus esposos, fueron encarceladas y torturadas en varias ocasiones. El 18 de mayo de 1960, ambas fueron juzgadas en Santo Domingo junto a sus cónyuges por atentar contra la seguridad del Estado dominicano y, tras declarárseles culpables, se les sentenció a tres años de prisión.
Minerva Mirabal fue asesinada el 25 de noviembre de 1960 en La Cumbre, entre Santiago y Puerto Plata, junto a sus hermanas Patria y María Teresa, crimen ejecutado por agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), en la carretera Santiago-Puerto Plata, cuando Minerva regresaba de visitar a su esposo y al de su hermana María Teresa, presos en la fortaleza de Puerto Plata, por sedición.